Crónica Aragón.

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Instalaza se mudará al antiguo polvorín de Cadrete, facilitando la construcción de 155 viviendas, incluidas 31 de interés público.

Instalaza se mudará al antiguo polvorín de Cadrete, facilitando la construcción de 155 viviendas, incluidas 31 de interés público.

ZARAGOZA, 10 de diciembre. El Ayuntamiento de Zaragoza ha llegado a un acuerdo con Instalaza, una empresa de fabricación de armamento, para reubicar sus instalaciones de la calle Monreal 27, en el corazón del Casco Histórico. Esta mudanza se realizará hacia el antiguo polvorín situado en Cadrete, mientras que en el actual lugar de la fábrica se planea construir un total de 155 viviendas, de las cuales 31 estarán destinadas a protección pública. Además, el proyecto incluirá dos locales comerciales que sumarán 900 metros cuadrados y una compensación económica que rondará el millón de euros.

Según el consejero de Urbanismo, Víctor Serrano, este convenio se considera "histórico" y ha sido posible tras más de dos décadas de negociaciones, acelerándose notablemente en los últimos meses. Serrano destacó el esfuerzo de la empresa para manejar la situación con "discreción y rigor", entendiendo que el objetivo es conservar los puestos de trabajo y al mismo tiempo reubicar la fábrica fuera de la ciudad, potenciando así el desarrollo económico local.

Sin embargo, antes de llevar a cabo el traslado, será necesaria la aprobación del convenio y la modificación de los terrenos en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Para ello, se establecerá un período de un mes para la información pública del acuerdo, seguido por una aprobación inicial que se espera para febrero de 2026 y una definitiva un mes más tarde.

A su vez, se iniciará un proceso paralelo para modificar la clasificación de los terrenos de uso industrial a residencial dentro del PGOU, un trámite que demanda aproximadamente cuatro meses y que, de aprobarse, podría extenderse hasta octubre de 2026 antes de ser definitivo.

Con todos los permisos y el convenio aprobados, se podrá comenzar a ejecutar el traslado de Instalaza y avanzar en la construcción de las nuevas viviendas, equipamientos y áreas verdes necesarias para el desarrollo comunitario.

En una reciente rueda de prensa, Serrano subrayó que este acuerdo permitirá aumentar la capacidad constructiva de la zona, superando el viejo modelo de convenio urbanístico de 2010, que contemplaba solo 90 viviendas. La nueva propuesta alcanzará un total de 155 viviendas, con un incremento notable del 70% en edificabilidad y del 72% en la densidad poblacional.

La intervención se focaliza en el área E-7, que limita al noreste con el paseo de Echegaray, al sureste con el conjunto Aloy Sala, al suroeste con una zona verde y al oeste con la calle Monreal. Este sector había estado esperando su transformación durante más de 20 años, desde que se definió en el PGOU como zona E, que permitía mantener el uso industrial actual hasta su eventual reubicación.

Gracias a este acuerdo, las cesiones de suelo aumentan del 50% anterior, equivalente a 5.342 metros cuadrados, al 57,48%, lo que se traduce en 6.140 metros cuadrados. No obstante, la oferta de equipamientos queda algo desfasada, en 2.321,60 metros cuadrados, y el Ayuntamiento recibirá una edificación de 900 metros cuadrados, además de un 20% de cesiones para vivienda protegida y una compensación económica que se estima en cerca de 987.000 euros.

El traslado de la actividad industrial de Instalaza, ubicada actualmente en el barrio de Tenerías, hacia los terrenos del antiguo polvorín de Cadrete, requerirá también adaptaciones urbanísticas por parte del Ayuntamiento para modificar la clasificación del suelo no urbanizable y facilitar la llegada de la empresa de armamento.

Según Serrano, esta operación es clave para resolver un conflicto que se ha extendido por más de dos décadas, destacando que se responde de manera efectiva a las demandas vecinales que pedían la reubicación de la actividad industrial.

Este acuerdo no solo permitirá la construcción de 31 nuevas viviendas públicas, sino que también impulsará la regeneración urbana, abriendo espacios verdes y promoviendo un entorno más accesible que conectará a la comunidad con la zona verde y el corredor del Ebro, transformando la percepción del área que anteriormente estaba restringida por una instalación industrial.

En conclusión, Serrano reiteró que este convenio representa un avance significativo para la ciudad, ya que aborda problemas urbanísticos existentes y responde a las necesidades de la ciudadanía, alineándose con la estrategia de convertir a Zaragoza y Aragón en referentes en sectores como la defensa y la logística.