
La Delegación del Gobierno en Aragón ha llevado a cabo una ceremonia en Leciñena, Zaragoza, en honor a los españoles que dieron su vida durante el exilio tras la Guerra Civil y la dictadura. Este evento se inscribe dentro del marco establecido por la Ley 20/2022 de Memoria Democrática.
El acto fue encabezado por Fernando Beltrán, delegado del Gobierno en la región, y se centró en recordar a los once ciudadanos de Leciñena que fueron deportados al infame campo de concentración de Mauthausen, en Alemania, un hecho que se conmemora en el marco del 80 aniversario de la liberación del continente europeo.
La referida Ley de Memoria Democrática designa el 8 de mayo como el día para honrar a quienes tuvieron que abandonar su hogar debido a la guerra y el fascismo, coincidiendo con la fecha de la victoria sobre el nazismo y el fascismo en 1945, en la cual destacaron los esfuerzos de los exiliados españoles.
Entre los leciñenenses deportados se encuentran nombres como Francisco Bailo Mata, Carlos Maza Albero y los hermanos Orús Murillo, quienes simbolizan a todos aquellos que sufrieron las garras de la represión en búsqueda de libertad.
Durante la ceremonia, el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, Alberto Sabio, ofreció una perspectiva sobre el contexto histórico, seguido por una emotiva ofrenda floral en la que participaron varios subdelegados de distintas provincias como Huesca, Zaragoza y Teruel.
En su discurso, Beltrán destacó el esfuerzo del Ayuntamiento de Leciñena por mantener viva la memoria histórica, agradeciendo la reciente instalación de un monumento en homenaje a los deportados en un lugar emblemático de la localidad.
El delegado subrayó que "recordar a las víctimas, apegándose a los hechos verificables, es un deber ético esencial", en concordancia con la Ley de Memoria Democrática. Beltrán confirmó que Leciñena se erige como un modelo de compromiso cívico frente a quienes intentan distorsionar los hechos históricos.
Reflexionando sobre la experiencia de los exiliados españoles, el delegado mencionó que, a pesar del totalitarismo que les obligó a huir y sobrevivir, la dignidad de estas personas perduró, recordándonos la importancia de sus vivencias ante el auge de discursos extremos en la actualidad.
Beltrán también expresó su preocupación por la falta de una Ley de Memoria Democrática en Aragón tras su reciente derogación, indicando que resulta fundamental contar con un marco legal que respalde la memoria histórica frente al revisionismo que enfrenta Europa y el mundo.
A modo de contraste, mencionó cómo el Gobierno de España continúa comprometido con la memoria histórica a través de iniciativas como la Cátedra María Domínguez de Memoria Democrática en colaboración con la Universidad de Zaragoza, resaltando el valor de la democracia y el progreso logrado a lo largo de los últimos años.
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