
El reciente informe 'Comportamiento saludable de los niños en edad escolar' ha expuesto preocupantes hábitos entre los adolescentes aragoneses, revelando que uno de cada diez jóvenes duerme menos de cinco horas en los días laborales y que un alarmante 25% de ellos no desayuna de lunes a viernes. Esta situación fue presentada en una rueda de prensa por la directora general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Nuria Gayán.
Dicha investigación, realizada cada cuatro años en diversas regiones de Europa, Asia Central, Estados Unidos y Canadá, ha incluido a España desde su inicio en 2002. El estudio más reciente, lanzado en 2025, se basa en datos recopilados en 2022, con la participación de 33.630 estudiantes españoles, incluyendo 1.046 jóvenes de Aragón.
El objetivo del informe es profundizar en los hábitos de salud, indicadores de bienestar y otros aspectos sociales que afectan a los adolescentes, permitiendo así definir prioridades en las políticas y programas de salud pública.
Nuria Gayán enfatizó la relevancia de estos hallazgos, argumentando que son fundamentales para establecer un diagnóstico que permita orientar las acciones en pro de la salud y bienestar de esta franja etaria. En cuanto al sueño, se detectó que solo la mitad de los adolescentes de 11 y 12 años cumple con las horas recomendadas, que deberían superar las 8 por día; a los 17 y 18 años, apenas un 25% logra este objetivo.
Particularmente preocupante es la situación de las chicas de 17 y 18 años, más del 50% de las cuales duerme solo seis horas o menos por noche, un periodo crítico para quienes se encuentran en plena etapa educativa.
La alimentación presenta igualmente cifras alarmantes. Uno de cada cuatro adolescentes no desayuna entre semana, una tendencia que se agrava en los jóvenes de hogares con menos recursos económicos, donde la cifra asciende a casi el 30%. Además, el 11,4% de los adolescentes consume verduras una vez a la semana o menos, y cerca del 20% no ingiere fruta de manera regular.
El consumo de bebidas energéticas también ha aumentado, alcanzando un 15,4% entre los adolescentes; esta tendencia es aún más pronunciada en los jóvenes de 17 y 18 años, con un 19,8% que se reporta como consumidores frecuentes.
En términos de autoestima y percepción corporal, la encuesta revela que la mitad de los adolescentes se considera de peso adecuado, pero la insatisfacción con su imagen física es notablemente alta, aumentando entre las chicas a una de cada dos en el grupo de 17 y 18 años. Mientras que un 33,6% de los chicos asegura seguir alguna dieta, esta cifra en chicas es de apenas 13,1%.
La actividad física entre los adolescentes presenta una fuerte disminución a partir de los 13 años, alcanzando su punto más bajo entre los 15 y 16, con unos porcentajes desalentadores: 15% en chicos y solo 5% en chicas. Mientras que la actividad vuelve a repuntar en chicos a partir de los 16 años, en chicas esto no ocurre, manteniéndose por debajo del 8% a los 17 y 18 años.
El sedentarismo se ha convertido en un problema, con un cuarto de los adolescentes declarando estar sentados casi todo su tiempo libre. Este fenómeno se presenta en mayor medida en las familias con menor capacidad económica, donde la actividad física se reduce drásticamente.
Respecto al uso de tecnologías, un 20% de los adolescentes ha reportado sentirse incapaz de desconectarse de las redes sociales, siendo este problema más pronunciado entre las chicas (23,6%) en comparación con los chicos (18,7%).
En el ámbito sexual, el informe indica que un 60% de los jóvenes ha tenido relaciones sexuales completas antes de los 15 años, y un 21% de las chicas de 15 a 18 años han recurrido a la píldora del día después. El uso de preservativo en la última relación fue reportado por el 53,8% de las chicas y el 65,6% de los chicos. Este último dato es especialmente relevante en el contexto del aumento de las infecciones de transmisión sexual en la región y en Europa.
Además, el informe aborda temas de bienestar emocional, hallando que 1 de cada 7 adolescentes experimenta sentimientos de soledad, con cifras que alarman en chicas de 17 y 18 años, donde la cifra supera 1 de cada 5.
Finalmente, la directora Gayán hizo un llamado a la responsabilidad familiar para supervisar más de cerca la salud de sus hijos, resaltando que la comunicación y el apoyo familiar son esenciales para potenciar las políticas de salud pública dirigidas a esta población joven.
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