La madrugada del 29 de agosto, la sede del Partido Popular en Huesca fue objeto de un ataque vandálico que ha captado la atención de las autoridades. Un grupo desconocido lanzó varios pollos muertos, huevos y pintura roja contra el edificio, destacando un acto que muchos consideran un desprecio hacia los valores democráticos.

Este incidente se produjo en la puerta principal y las cristaleras de la sede, localizada en la calle Saturnino López Novoa, en el corazón de la capital aragonesa. La violencia dirigida a las instituciones políticas suscita preocupaciones sobre el clima de civismo y respeto que debe prevalecer en una sociedad democrática.

El presidente del PP en Huesca, Gerardo Oliván, no tardó en expresar su condena ante esta acción destructiva. En declaraciones a la prensa, afirmó que actos como este amenazan la convivencia y los principios fundamentales que rigen en una sociedad civilizada. “Desde el PP lamentamos y condenamos enérgicamente lo sucedido, ya que esto atenta contra valores esenciales de respeto y civismo”, declaró Oliván.

Asimismo, mostró su esperanza de que las autoridades logren identificar a los responsables de este ataque y que sean llevados ante la justicia en el corto plazo. “Confiamos en que pronto se tomen las medidas adecuadas y aquellos que han perpetrado este acto asuman las consecuencias de sus actos”, concluyó el líder popular.