CHA exige medidas inmediatas y recursos adecuados para el apoyo a familias con recién nacidos prematuros.
En Zaragoza, el 13 de diciembre, se ha presentado una propuesta por parte de Chunta Aragonesista destinada a brindar un soporte integral a las familias que tienen bebés prematuros en Aragón. Este plan busca establecer un sistema de apoyo psicológico accesible, así como recursos adecuados en las primeras etapas de desarrollo del infante.
La propuesta incluye la puesta en marcha de un programa especializado que ofrecería apoyo psicológico desde el momento de la admisión en la unidad de neonatología y hasta el primer año de vida corregida del bebé. Además, se aboga por el establecimiento de un protocolo claro que informe y acompañe a los padres, con el objetivo de proporcionar valoraciones de atención temprana en un plazo máximo de dos semanas en todo Aragón. Se sugiere también la creación de un fondo económico autonómico que asegure el acceso a tratamientos esenciales, sin que el costo dependa de la situación financiera de cada familia.
Isabel Lasobras, secretaria general de CHA y portavoz en la Comisión de Sanidad, ha enfatizado la necesidad urgente de implementar esta iniciativa. "Es imperativo contar con los recursos adecuados para que el apoyo psicológico no llegue tarde ni se convierta en un lujo. Las listas de espera no pueden ser un obstáculo para diagnósticos fundamentales, ni las familias deberían asumir gastos de fisioterapia, musicoterapia o estimulación temprana de su propio bolsillo", ha declarado.
Lasobras también ha elogiado la labor profesional de los equipos de pediatría y neonatología, al mismo tiempo que ha criticado la normativa vigente sobre permisos parentales, que a su juicio, no refleja la realidad de las familias con bebés prematuros. "Es crucial que el sistema de permisos se ajuste a la edad corregida del bebé, ya que los prematuros no experimentan el mismo desarrollo que aquellos que nacen a término, a pesar de coincidir en edad cronológica", ha argumentado.
Para Chunta Aragonesista, la prematuridad no es solo un desafío médico, sino también una problemática social que demanda una respuesta clara y decidida por parte de las instituciones. La búsqueda de una igualdad en el desarrollo y el apoyo emocional para todas las familias aragonesas en esta situación debe ser una prioridad.
Lasobras concluyó instando a que "ningún bebé prematuro ni ninguna familia en Aragón debería sentirse sola o enfrentarse a la carga de costos y esperas".
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