Crónica Aragón.

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El Jardín Botánico de Zaragoza reabre sus puertas como un nuevo centro de salud y ciencia.

El Jardín Botánico de Zaragoza reabre sus puertas como un nuevo centro de salud y ciencia.

ZARAGOZA, 9 de diciembre.

El Jardín Botánico del Parque Grande José Antonio Labordeta ha vuelto a abrir sus puertas al público este martes, tras completar una reforma integral que ha actualizado tanto su infraestructura como su diseño paisajístico. Este espacio, que se ha transformado en un lugar de bienestar y educación, pone en valor la rica tradición de plantas medicinales que lo caracteriza desde su creación en el siglo XIX.

Con una inversión de 1,3 millones de euros y más de un año de labores de renovación, el jardín de 14.825 metros cuadrados se ha modernizado sin perder su estética clásica. Ahora se han incorporado criterios de accesibilidad, sostenibilidad y experiencias sensoriales que lo convierten en un espacio más inclusivo y educativo.

Al evento de re inauguración asistieron la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca; la consejera de Movilidad y Medioambiente, Tatiana Gaudes; la consejera de Educación y Cultura, Sara Fernández; junto con familiares de Francisco Loscos, el farmacéutico y botánico a quien se rinde homenaje con este emblemático jardín, que a partir de ahora llevará su nombre.

Chueca resaltó que este "lugar histórico, científico y emocional" se renueva como el jardín del siglo XXI, combinando "belleza, carácter didáctico y manteniendo la esencia original del XIX".

La alcaldesa también destacó que la realización de este proyecto ha sido el resultado del esfuerzo conjunto de expertos en diversas disciplinas, desde paisajistas hasta botánicos, pasando por ingenieros y diseñadores, lo que ha permitido crear un jardín único que respeta la historia al mismo tiempo que integra la modernidad.

Un elemento fundamental del Jardín Botánico es el agua, que ha sido incorporada de manera innovadora a través de canales que ofrecen un flujo continuo. Las nuevas pasarelas metálicas han sustituido a los troncos que antes servían de soporte, uniendo dos fuentes que inician un recorrido acuático que culmina en una fuente central.

Se ha diseñado un estanque-ágora de forma circular, que sirve como depósito para el riego y como un nuevo punto de encuentro. Este espacio también se ha embellecido con cerámica inspirada en la capilla de San Lorenzo de la basílica del Pilar, creando un entorno que invitan a la contemplación y la interacción.

La nivelación total del suelo mejora la accesibilidad, eliminando cambios de rasante, y se ha colocado una banda pododáctil que facilita la circulación a personas con discapacidad visual. La señalización botánica también se ha modernizado, junto con nuevas farolas de bajo consumo que cuidarán la fauna del lugar.

Se han instalado refugios para insectos y reptiles, fomentando un ecosistema saludable que beneficia a la biodiversidad local. Además, un catálogo científico digital presenta 250 fichas de plantas a través de códigos QR, permitiendo a los visitantes profundizar en el conocimiento botánico.

Los visitantes podrán disfrutar de árboles centenarios que han sido parte del origen del jardín, además de una variedad de plantas que van desde las aromáticas y medicinales hasta las acuáticas. Cada colección ha sido seleccionada cuidadosamente, tanto por su valor botánico como su potencial educativo.

La alcaldesa Chueca también rindió homenaje a Francisco Loscos, un importante botánico aragonés del siglo XIX, quien es ahora recordado en este jardín que resalta el uso de plantas medicinales. "Queremos que los ciudadanos redescubran a este científico y su legado", expresó Chueca, recordando que hace más de dos siglos se estableció el primer jardín botánico en Zaragoza.

El tataranieto de Francisco Loscos, Fernando Loscos, expresó su gratitud por el reconocimiento a su antepasado, subrayando la relevancia histórica de su trabajo en el ámbito botánico. En sus palabras, Francisco Loscos es considerado el botánico más destacado de Aragón, cuyo legado sigue siendo relevante hasta la actualidad.

El proyecto del jardín comenzó a gestarse incluso antes de 2023, con diversos eventos que culminaron en este homenaje que resalta la importancia de las plantas y la biodiversidad, convirtiendo este espacio en un laboratorio vivo para la educación ambiental y la investigación.

Con esta transformación, Zaragoza vuelve a poner en valor un espacio que no solo revive la tradición, sino que también abraza la modernidad en sus prácticas y en su mensaje hacia las futuras generaciones.