
En un notable operativo, la Policía Nacional ha desmantelado en Huesca la que se considera la mayor plantación indoor de marihuana en la historia de la capital altoaragonesa. Esta acción tuvo lugar en una nave ubicada en el polígono Monzú y fue revelada por Gabriel Atarés, inspector-jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial, quien compartió los pormenores de la operación durante una conferencia de prensa este martes.
La operación se inició en la madrugada del 21 de enero, cuando una patrulla en un recorrido de vigilancia rutinario por los polígonos industriales se topó con un vehículo empotrado contra un almacén. Al mismo tiempo, una furgoneta estaba en espera para ser cargada. Ante la inesperada presencia de las fuerzas del orden, los delincuentes intentaron embestir a los agentes y huyeron a gran velocidad, primero por las calles de la ciudad y luego en dirección a Barbastro.
Atarés destacó que los delincuentes abandonaron Huesca a una velocidad tan alarmante que comprometía su seguridad y la de los demás conductores. Además, se apagaron las luces del vehículo en un intento de evadir la detección, lo que complicó la persecución hasta que finalmente lograron escapar.
A pesar de que la persecución no resultó en la captura de los sospechosos, otra patrulla de la policía, al inspeccionar la nave, se encontró con una inmensa plantación de marihuana y seis personas, entre ellas tres paquistaníes, dos hondureños, un chino y un español, los cuales estaban trabajando y custodiando la instalación. Todas estas personas fueron detenidas en el acto.
El inspector-jefe precisó que otros agentes se dirigieron a la nave, al notar que la puerta había sido forzada, inicialmente con la intención de confirmar un posible robo, que efectivamente resultó ser lo que había sucedido allí.
Dentro de la nave, se hallaron no solo la plantación, repartida en dos niveles, sino también varias armas en condiciones de uso. Atarés explicó que en la planta inferior residían los cuidadores de la plantación, mientras que en la planta superior estaba el responsable máximo de la organización criminal, quien se alojaba allí ocasionalmente.
Las investigaciones revelaron que se trataba de un intento de lo que la jerga policial denomina “vuelco”, es decir, un robo de droga entre grupos de narcotraficantes. En esta macroplantación, que se consolida como la mayor desmantelada en Huesca, se encontraron más de 1.000 plantas en diferentes etapas de cultivo y toda la infraestructura necesaria para una producción continua e intensiva. Además, se decomisaron 53 kilos de cogollos listos para la distribución.
En total, se detuvo a siete individuos, seis de ellos de diversas nacionalidades, muchos de los cuales se encontraban en situación irregular. Entre ellos figura un español con antecedentes penales por tráfico de drogas y robos con fuerza, quien tenía además un requerimiento judicial en su contra. Sin embargo, el líder de la organización, de nacionalidad china, permanece en paradero desconocido y es objeto de búsqueda.
El inspector-jefe Atarés también destacó que el principal responsable de la plantación alquilaba la nave a través de un testaferro, lo que le permitía eludir la responsabilidad directa en la contratación del espacio.
La Policía continúa su labor investigativa para identificar a todos los miembros de esta organización criminal implicados en la plantación, así como a aquellos que intentaron llevar a cabo el asalto. Los siete detenidos, tras ser llevados ante la justicia, han quedado en libertad con cargos mientras se espera el juicio correspondiente.
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