La biblioteca de Villanúa, en la provincia de Huesca, vuelve a convertirse en un punto de encuentro para la reflexión en torno al mundo rural con la segunda edición del evento 'Distópica y Rural'. Este año, la temática principal se centra en el paisaje, abarcando una amplia gama de aspectos que van desde lo natural hasta lo cultural. Durante noviembre, se ofrecerá una variada programación con talleres, actividades de narración y experiencias locales, todas enfocadas en fomentar el diálogo sobre el territorio y su riqueza artística.

Entre los destacados de la programación se encuentra la II Residencia Artística-Laboratorio de creación de cómic, que contará con la participación de siete residentes, artistas multidisciplinares que explorarán sus habilidades en un entorno rural. Este esfuerzo cuenta con el respaldo del Ministerio de Cultura y diversas organizaciones que apoyan el desarrollo artístico en la región.

Esta iniciativa fue lanzada hace dos años con el objetivo de generar un espacio para reflexionar sobre la ruralidad a través del arte y el cómic. La primera edición tomó como referencia los temores y aspiraciones del mundo rural, mientras que en esta ocasión, el enfoque se dirige al paisaje en todas sus dimensiones.

Miriam Julián, la bibliotecaria y coordinadora del proyecto, subraya la importancia de la cultura como motor del desarrollo sostenible en las comunidades rurales. 'Distópica y Rural' busca crear un puente entre modernidad y tradición, utilizando el arte como herramienta para construir narrativas que visibilicen tanto los problemas como el potencial del entorno rural.

Las actividades programadas incluyen un abanico diverso que va desde talleres de cómic hasta experiencias que fomentan la convivencia y el pensamiento crítico, utilizando el paisaje como hilo conductor. Figuras destacadas de la zona como Manuel Bueno y Soraya Herráez contribuirán con su talento y conocimientos a esta iniciativa.

La Residencia Artística se llevará a cabo entre el 27 y el 29 de noviembre, permitiendo a los residentes experimentar y colaborar con la comunidad local en un entorno creativo. Entre los participantes se encuentran talentos emergentes y establecidos que aportarán su visión a esta confluencia de arte y ruralidad.

Para iniciar el evento, se ha instalado la URNA 101 en la biblioteca, donde los visitantes pueden compartir sus reflexiones sobre 'el último refugio' de Villanúa, un concepto que invita a pensar en lo que se podría salvar en un futuro incierto. Estas voces anónimas serán fuente de inspiración tanto para los artistas como para aquellos interesados en explorar la conexión entre el territorio y sus habitantes.

Las actividades del programa comenzarán el 15 de noviembre con la proyección del mediometraje 'Donde quisimos vivir', que relata la historia de pueblos que han enfrentado el abandono. Este documental ofrece una introspección sobre las vidas de aquellos que han tenido que adaptarse a la pérdida de su hogar debido a decisiones ajenas.

Algunos días después, se desarrollará el taller 'Leer en familia', dirigido a padres e hijos, con el fin de promover el hábito de la lectura. También se ofrecerán talleres que fusionan arte y naturaleza, explorando la belleza de lo imperfecto a través de proyectos creativos, como lo hará la artista Marta Sánchez Marco.

La semana cerrará con actividades diversas, entre las que se incluye un recorrido narrativo por el pueblo y un taller de cómic que servirá como un emotivo cierre para esta edición de 'Distópica y Rural'. Es importante mencionar que todas las actividades son gratuitas, aunque se requiere inscripción previa.

El 5 de noviembre marca el inicio de esta segunda edición con la exposición 'Pirineos. Tierra de frontera y de paso', una muestra que une a artistas de ambos lados de la frontera. Se busca explorar la conexión cultural e histórica entre las regiones, reflexionando sobre los desafíos comunes en las localidades situadas en el límite de Aragón y Nueva Aquitania.

La muestra cuenta con obras de varios miembros de la Asociación Aragonesa de Autores de Cómic, quienes han creado piezas que ilustran la identidad y los lazos que existen entre las comunidades fronterizas. Este esfuerzo resalta tanto la esencia cultural de los Pirineos como las problemáticas que enfrenta la población en ambas zonas.