El próximo sábado, 13 de diciembre, el Hospital Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza se convertirá en el epicentro de una campaña extraordinaria de vacunación que no requerirá cita previa. Se han dispuesto más de 3.000 dosis de vacunas contra la gripe y la covid-19 para todos los aragoneses que presenten su tarjeta sanitaria. Esta iniciativa busca incrementar las tasas de vacunación por grupos de edad, unas cifras que ya están alcanzando los objetivos establecidos por las autoridades sanitarias.

La Comunidad Autónoma de Aragón se encuentra actualmente en un nivel 2 de riesgo por la gripe, justo antes de las esperadas festividades navideñas, que suelen implicar un aumento en las reuniones familiares y sociales. En este contexto, María Teresa Clares, directora del Área de Enfermería del Servicio Aragonés de Salud (SALUD), ha hecho un llamado a la participación ciudadana, enfatizando la importancia de proteger a los grupos más vulnerables, especialmente a los ancianos, como forma de prevenir complicaciones graves que puedan llevar a la hospitalización, incluso en niños.

Entre las novedades de esta jornada, se abre la posibilidad de vacunar a niños de entre 6 meses y 17 años contra la gripe, sin necesidad de pertenecer a grupos de alto riesgo, tras la apertura de esta opción el pasado 4 de diciembre.

Con la llegada del 15 de diciembre, la campaña se ampliará a toda la población, manteniendo la vacunación de la gripe para mayores de 70 años y otros grupos de riesgo. "La gripe no es una simple molestia, puede tener consecuencias graves e incluso ser mortal. Por eso, vacunarse es crucial", destacó Clares, extendiendo su advertencia también a los padres, quienes a menudo minimizan la gravedad de la enfermedad en los niños.

Para facilitar el proceso, se han establecido tres circuitos de vacunación: uno para niños, donde también se permite que sus padres se vacunen, otro dedicado únicamente a la gripe y el tercero para quienes se vacunan contra la gripe y la covid-19 simultáneamente.

Los avisos sobre la importancia de la vacunación parecen tener un efecto positivo, ya que los índices de vacunación muestran que un 70% de las personas mayores de 80 años ya han sido vacunadas contra la gripe, junto con un 50% en la franja de mayores de 60 años y más del 40% entre los niños. Aunque estos porcentajes son alentadores, la directora de Enfermería del SALUD subrayó que aún hay espacio para mejorar, especialmente en la vacunación contra la covid-19, donde el 50% de la población diana ya ha recibido la vacuna, superando las expectativas iniciales.

Para esta campaña, hay un equipo compuesto por 15 enfermeros, dos celadores y tres coordinadores, todos trabajando de manera eficiente. Según Clares, el primer día de vacunación ha transcurrido sin problemas, con un flujo constante de personas que llegan pero sin que se materialicen aglomeraciones, gracias a los circuitos organizados.

La directora de Enfermería también ha expresado su agradecimiento a los profesionales de la salud que están haciendo posible esta jornada de vacunación. Estas iniciativas de vacunación sin cita, que se comenzaron el año pasado en Aragón, tienen como objetivo facilitar el acceso a la inmunización, especialmente durante los periodos de alta circulación de virus respiratorios.

Actualmente, la incidencia de gripe en Aragón es de 325,1 casos por cada 100.000 habitantes, con cifras que varían entre las provincias: Zaragoza tiene 384,6, Huesca 199 y Teruel 108,2. Cabe recordar que el umbral epidémico se ha fijado en 59,6 casos por cada 100.000 habitantes en esta comunidad.

Las tres provincias de Aragón están en nivel 2 de riesgo, de acuerdo con los protocolos de salud pública del Gobierno regional. Esta situación requiere reforzar las medidas preventivas, con especial énfasis en la vacunación, la higiene de manos, la ventilación de espacios cerrados y la protección de las personas vulnerables, así como el uso de mascarillas bajo las indicaciones de Salud Pública.

Por otra parte, se ha emitido una orden del consejero de Sanidad, José Luis Bancalero Flores, que regula el uso de mascarillas en diferentes entornos asistenciales y de servicios sociales, considerando su uso obligatorio para los profesionales que brindan atención directa a la ciudadanía, en función de la evaluación de riesgos en sus entornos de trabajo.

Asimismo, se recomienda encarecidamente el uso de mascarillas tanto para los profesionales en actividades que no implican atención directa, como para los pacientes y usuarios de estos centros. Se hace especial hincapié en que el uso de mascarillas en centros sanitarios, especialmente en situaciones de aglomeraciones, es fundamental para garantizar la salud pública, recordando que no se recomienda su uso entre menores de 6 años.