En Teruel, la Concejalía de Sanidad y Protección Animal del Ayuntamiento ha puesto en marcha un proceso de participación ciudadana para recopilar propuestas sobre posibles áreas públicas donde los perros puedan estar sueltos, siempre y cuando no sean potencialmente peligrosos.

El concejal de Participación Ciudadana, Julio Esteban, ha explicado que las propuestas deben limitarse a espacios periurbanos y rurales, sin incluir zonas urbanas y naturales donde está prohibido que los perros deambulen libremente.

Se consideran potencialmente peligrosos aquellos perros con características físicas que les permiten causar daños graves en un ataque. La legislación española identifica varias razas bajo esta categoría, como el Rottweiler, Pit Bull Terrier, American Staffordshire Terrier, entre otros.

Los espacios sugeridos por los ciudadanos deben estar dentro de áreas periurbanas y rurales de Teruel, evitando las zonas urbanas. Estos lugares deben asegurar la seguridad de las mascotas y las personas, así como prevenir posibles escapadas o conflictos con otros transeúntes, animales o propiedades.

Esteban ha recordado que según la Ordenanza municipal de Protección Animal y Tenencia Responsable aprobada en 2022, los perros deben estar sujetos con correa al circular por espacios públicos. Cualquier incumplimiento de esta norma puede resultar en multas de hasta 600 euros.

El Consejo Sectorial de Sanidad y Protección Animal, formado recientemente y compuesto por asociaciones vecinales y alcaldes de barrios pedáneos, ha aprobado este mecanismo de participación ciudadana para recopilar propuestas e informar sobre este tema.

El plazo para presentar propuestas está abierto hasta el 14 de octubre y se pueden realizar en el registro municipal o en la sede electrónica del Ayuntamiento de Teruel. Una vez recibidas todas las sugerencias, se realizará un informe técnico y se determinarán las áreas autorizadas para suelta de perros.

Miguel Arizaga, representante de la Federación de Vecinos, ha añadido que también se pueden dejar propuestas en las asociaciones vecinales. El objetivo es encontrar un equilibrio entre los dueños de mascotas y aquellos ciudadanos que puedan sentirse incómodos o temerosos ante los animales.