El debate sobre la gestión del agua en Aragón ha tomado un giro significativo tras las recientes declaraciones de Marcel Iglesias, portavoz del Partido Socialista en la materia. Este lunes, Iglesias arremetió contra Alberto Núñez Feijóo y el Partido Popular acusándolos de intentar revivir el controvertido trasvase del Ebro, calificándolo como un acto que pone en peligro a la comunidad aragonesa.

En una rueda de prensa celebrada en la capital aragonesa, Iglesias expresó su indignación ante lo que considera una estrategia del PP por aprovechar las circunstancias, ya sean lluvias o sequías, para reactivar un proyecto que tilda de “desastroso” para Aragón. Es evidente que para Iglesias, la defensa del agua del Ebro es fundamental para la supervivencia y el futuro económico de la región.

La crítica más fuerte de Iglesias se dirigió a la propuesta de Feijóo de establecer un nuevo Plan Nacional del Agua, interpretando esta iniciativa como un intento encubierto de reintroducir el trasvase, un tema que, según él, está intrínsecamente arraigado en la ideología del PP. “Este tipo de propuestas pone en grave riesgo el futuro de nuestra comunidad”, insistió Iglesias.

El portavoz socialista no dudó en calificar el proyecto de trasvase del Ebro como una “hipoteca” para Aragón, detallando que conllevaría el desvío de 1.050 hectómetros cúbicos de agua, una cantidad equivalente a la capacidad combinada de varios embalses importantes de la región. Esto, argumenta, sería exclusivo del interés de unos pocos, perjudicando a la mayoría de aragoneses.

Iglesias también evocó el histórico trasvase que fue planteado durante el mandato de José María Aznar, el cual, afortunadamente, se detuvo gracias a la movilización de los ciudadanos y la intervención del entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero. No obstante, advierte que la amenaza del trasvase no ha desaparecido y que sigue viva especialmente con el apoyo del PP y VOX.

El portavoz destacó que hace un año, el PP no rechazó iniciativas en el Congreso relacionadas con el trasvase y mostró una actitud ambigua frente a las propuestas de VOX. “Esto es un indicativo claro de que hay voluntad política para reactivar este proyecto en el futuro”, lamentó.

Iglesias también señaló el silencio del presidente del PP en Aragón, Jorge Azcón, argumentando que prefiere no desafiar a Feijóo, lo que resulta alarmante para muchos ciudadanos que consideran que el agua es un recurso vital. Esta pasividad es vista como un signo preocupante en tiempos donde los intereses políticos parecen prevalecer sobre el bienestar de la comunidad.

Además, mencionó que el acuerdo presupuestario alcanzado entre el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, y VOX coincide con un renacer del Plan Nacional del Agua por parte de Feijóo. Ambos partidos, según Iglesias, parecen estar utilizando el vital recurso hídrico como un instrumento para lograr acuerdos políticos.

Finalmente, Iglesias se cuestionó la postura de Azcón en relación a este asunto, preguntándose si estará dispuesto a defender los intereses de Aragón frente a un pacto que podría sacrificar el bienestar hídrico de la comunidad. “La alianza entre el PP y VOX podría poner en jaque a nuestros derechos fundamentales en aras de intereses políticos”, concluyó.