HUESCA, 1 de octubre. El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, inauguró el nuevo tramo de la autovía A-22 que vincula Siétamo con Huesca. Esta infraestructura ha requerido una inversión cercana a los 69 millones de euros y conecta de manera definitiva a Huesca con Lleida a través de 12,7 kilómetros de carretera moderna.

Ponte destacó la importancia de completar la A-22, afirmando que esta vía se posiciona como “la alternativa principal al valle del Ebro”, facilitando la conexión no solo entre Aragón y Cataluña, sino también con Navarra y el País Vasco. Además, anticipó que los trabajos para la Variante de Jaca se licitarán antes de que termine el año.

El ministro también se refirió al avance de la A-21, que está en fase de elaboración en su tramo entre Puente La Reina y Fago, indicando que se concretará en breve. Puente subrayó que desde junio de 2018 hasta agosto de 2025, el Gobierno ha destinado 1.830 millones de euros a mejorar la red viaria de Aragón, siendo más del 50% para tareas de mantenimiento y conservación.

Aragón se consolida como la comunidad más beneficiada en este aspecto, siendo la que más invierte en carreteras en relación a su PIB y número de habitantes. Aunque Castilla y León le supera en ciertos indicadores, Aragón no se queda atrás en cuanto a la importancia de su red de carreteras.

El nuevo sector de la A-22 cuenta con características modernas, como doble calzada, dos carriles en cada dirección, amplios arcenes y una serie de estructuras, incluidos los viaductos sobre los ríos Botella y Flumen. Puente explicó la complejidad técnica del proyecto, destacando que “cada metro de esta vía ha requerido un trabajo técnico meticuloso y una planificación exhaustiva”.

Este avance en la A-22 no solo representa una mejora en la conectividad entre ciudades como Pamplona, Jaca, Huesca y Lleida, sino que también busca facilitar el tráfico y el desarrollo económico regional, particularmente en el sector agroalimentario y el turismo, además de enlazar el Pirineo con los mercados europeos.

El trazado de la autovía abarca varias localidades, incluyendo Siétamo y Huesca, y combina nuevas construcciones con adaptaciones de la antigua carretera N-240 para servir como vía de servicio. Cada enlace ha sido diseñado para maximizar la conectividad, con el enlace de Loporzano brindando acceso a la impresionante Sierra de Guara, un atractivo turístico significativo.

Se han desarrollado soluciones complejas para desafiar la geografía local, como viaductos que permiten que la A-22 pase por debajo de infraestructuras existentes. En total, se han construido 10 estructuras de paso que aseguran una adecuada comunicación entre los distintos espacios territoriales, preservando al mismo tiempo la funcionalidad de las carreteras convencionales.

En línea con su compromiso con la sostenibilidad, el Ministerio ha implementado un diseño de integración ambiental que promueve la revegetación y la utilización de materiales de construcción amigables con el medio ambiente, contribuyendo también a la reducción de ruidos producidos por el tráfico.