La XI Gala Raccord, celebrada en la Sala Luis Galve del Auditorio de Zaragoza, se ha consolidado como un evento clave en el ámbito educativo de Aragón, especialmente para los estudiantes del grado en Comunicación Audiovisual de la Universidad San Jorge. Esta gala, que se ha convertido en un referente, destaca el talento de los alumnos, graduados y centros formativos invitados, celebrando sus logros en un ambiente de camaradería y reconocimiento.

El equipo docente del programa académico organiza este encuentro no solo como una entrega de premios, sino como el cierre de un proceso educativo que incluye todas las fases de la creación audiovisual, desde la escritura hasta la postproducción. Este enfoque integral subraya no solo la creatividad sino también el esfuerzo colaborativo de la comunidad académica, contribuyendo a la formación de profesionales competentes en el sector.

La gala ha generado un puente entre la universidad y la industria cinematográfica en Aragón, contando con la presencia de destacados profesionales del sector. Entre ellos, figuras como María José Moreno, presidenta de la Academia de Cine Aragonés, y David Lozano, director de la Aragón Film Commission, quienes han manifestado su apoyo al compromiso de la Universidad San Jorge en el fomento del cine en la región.

El director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Pedro Olloqui, ha elogiado la energía de los jóvenes creadores durante su intervención, instándolos a contribuir a un futuro que refleje la innovación y riqueza cultural de Aragón. Olloqui ha subrayado la importancia de superar estereotipos que limitan la percepción de la cultura aragonesa.

Silvia Carrascal, rectora de la Universidad San Jorge, ha inaugurado la gala destacando el compromiso de la institución con la formación de más de catorce promociones desde el inicio del grado en 2008. Su discurso enfatizó la importancia de dotar a Aragón de profesionales capacitados en una industria que va más allá de lo económico, siendo también un pilar emocional para la comunidad.

Un momento emotivo de la gala fue la entrega del Premio Honorífico Eduardo Ducay a la productora Amelia Hernández, reconocida por su papel en el impulso del cine aragonés a través de la producción independiente. Hernández ha compartido su entusiasmo por la conexión entre el ámbito académico y la práctica profesional. A lo largo de su discurso, afirmó su confianza en la juventud, animándola a seguir su camino con pasión y una mentalidad abierta ante los desafíos.

En esta edición se ha incorporado el Premio Ricardo Aguilar a la Mejor Dirección, un tributo a un apasionado del cine que ha dejado un legado significativo en la Universidad San Jorge. Su viuda, Carmen Laudo, estuvo presente para representar la tradición cultural que Aguilar promovió a través de una colección invaluable que incluye libros, fotografías y material audiovisual en la biblioteca de la universidad.

Durante la gala, se exhibieron seis cortometrajes finalistas de la Sección Oficial USJ, todos ellos trabajos de gran calidad que destacan la creatividad de los estudiantes. Además, se introdujeron nuevas categorías que reflejan el crecimiento del evento, incluyendo premios para obras de centros formativos externos y de egresados del grado en Comunicación Audiovisual.

Los ganadores de esta edición incluyen "Lola: mi primera publicidad" como Mejor Cortometraje, así como varios otros premios en diferentes categorías, reconociendo a jóvenes talentos que prometen seguir dejando huella en el panorama cinematográfico. Entre los galardonados de la noche, se encuentra Iñigo Rubio, quien recibió el premio por su contribución en montaje, así como reconocimientos en distintas áreas, como dirección de fotografía y diseño sonoro.

La ceremonia finalizó con la entrega del Premio del Público, destacando la interacción entre los asistentes y los participantes, reflejando así la conexión que existe entre el cine y su audiencia. Este evento ha demostrado ser un faro de inspiración para las futuras generaciones de cineastas aragoneses, reafirmando el papel de la Universidad San Jorge como un catalizador del talento local.