Crónica Aragón.

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El PSOE exige la renuncia del consejero de Sanidad tras su gestión del Hospital de Barbastro.

El PSOE exige la renuncia del consejero de Sanidad tras su gestión del Hospital de Barbastro.

El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Barbastro, Daniel Gracia, ha expresado su firme postura acerca de la gestión del consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, a quien tacha de estar en una situación “insostenible”. Su crítica surge a raíz de un reciente comunicado de la Junta de Personal, que, según él, ha puesto de manifiesto varias falacias en la administración de Bancalero, dejándolo en una posición muy comprometida.

Gracia afirma que la desconfianza en la gestión del consejero es evidente tanto entre los trabajadores del Hospital como en la ciudadanía en general. El portavoz considera incomprensible que Bancalero, a quien señala como “el peor consejero de sanidad de la historia de nuestra comunidad”, continúe en su puesto, dado el trato que ha dispensado al hospital y su aparente falta de consideración hacia los problemas que enfrentan tanto el personal como los pacientes. “Es inaceptable que insista en que el hospital está mejor que nunca”, criticó contundentemente.

Además, el diputado provincial subrayó que la situación de la sanidad en Aragón, y especialmente en Barbastro, ha empeorado desde la llegada de Bancalero al cargo. Denunció que las listas de espera han alcanzado máximos históricos y que, por primera vez, se han tenido que derivar pacientes a urgencias de otros hospitales por la escasez de profesionales. También mencionó que la contratación de médicos de empresas privadas para realizar operaciones en el hospital es un hecho sin precedentes, así como el gran número de dimisiones entre los directivos por desacuerdos con la dirección desde Zaragoza.

Daniel Gracia concluyó asegurando que “si el consejero Bancalero no puede garantizar un derecho fundamental como es la atención sanitaria de calidad, lo más sensato sería que dimitiera”. Según él, la responsabilidad de su cargo le queda grande y es evidente que no logra restaurar la confianza de la sociedad en su gestión.