La Asociación Cultural Aragón-Japón ha organizado la sexta edición de la fiesta primaveral de hanami, la cual se llevará a cabo en el Museo de Zaragoza durante este fin de semana. La finalidad de este festival es llevar la cultura japonesa a la ciudadanía a través de diferentes actividades como talleres, conciertos, visitas guiadas y exhibiciones de artes marciales, que podrán disfrutarse de manera gratuita en el patio del museo.
En esta ocasión el museo ha decidido centrarse en la primavera al igual que lo ha hecho en ocasiones anteriores con el otoño y el invierno, poniendo el acento en el hanami, término japonés que significa literalmente "contemplar flores". Esta tradición consiste en visitar los cerezos en flor, y celebrar una comida campestre bajo sus ramas mientras se admira la belleza del paisaje.
El museo ha preparado una pequeña exposición de estampas japonesas primaverales procedentes de la Colección Pasamar-Onila y la Colección Federico Torralba, así como obras de papiroflexia con temática floral prestadas por la EMOZ (Escuela-Museo de Origami de Zaragoza).
Este evento permite adentrarse en la costumbre milenaria del hanami, la cual es vivida activamente por los japoneses, quienes siguen atentamente en las noticias la evolución de la floración de los cerezos en todo el país. Más allá de la apreciación de su belleza natural, existe un significado más profundo que alude al sentimiento de transitoriedad tan arraigado en Japón.
La flor del cerezo, conocida como sakura, cae empujada por el viento o el agua en lo más bello de su existencia, sin llegar a marchitarse. Esa nostálgica lluvia de pétalos se relaciona con el concepto budista de la transitoriedad de la vida, y también se ha convertido en símbolo de los guerreros samurái, quienes debían vivir con sinceridad y belleza interior aunque su vida fuera corta. Al igual que la flor de cerezo, muchos de ellos también cayeron en batalla en su momento de máximo esplendor.