Crónica Aragón.

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El campo exige en Madrid un esfuerzo estatal por equilibrar el territorio y frenar la despoblación.

El campo exige en Madrid un esfuerzo estatal por equilibrar el territorio y frenar la despoblación.

El Movimiento Ciudadano Teruel Existe ha hecho sentir su voz en una potente manifestación que tuvo lugar este domingo en Madrid, donde miles de personas se unieron bajo el lema 'Salvemos al mundo rural agredido'. Este evento se convirtió en un claro referente de la lucha por los derechos y necesidades del medio rural en España.

Con una multitud de participantes provenientes de alrededor de 500 colectivos a lo largo y ancho del país, la marcha comenzó en la emblemática plaza de Carlos V, en Atocha, y se dirigió hacia Cibeles. Allí, el escritor turolense Javier Sierra fue el responsable de leer un manifiesto que abordó las preocupaciones y exigencias de los habitantes de las zonas rurales, complementado por intervenciones del científico Fernando Valladares y la agricultora Rosa Arranz.

Decenas de miles de individuos se hicieron presentes en la capital, coreando consignas que demandaban un apoyo concreto hacia el mundo rural, el cual representa más del 70% de la superficie nacional. Las exigencias se centran en pedir medidas efectivas para combatir la despoblación y lograr un reequilibrio territorial que aún sigue siendo una asignatura pendiente del Estado.

Amado Goded, uno de los voceros del Movimiento Ciudadano Teruel Existe, destacó la importancia de mantenerse firmes en la defensa de sus derechos, subrayando que el mundo rural es esencial para la supervivencia de las ciudades. Goded advirtió sobre las crecientes necesidades de las comunidades rurales, especialmente en servicios básicos como la sanidad, que están siendo olvidadas por las autoridades.

Por su parte, Tomás Guitarte, diputado de Teruel Existe en las Cortes, enfatizó que la situación no solo permanece igual, sino que ha empeorado. Denunció cómo muchos territorios están siendo convertidos en "territorios de sacrificio" para actividades que no aportan beneficios locales, sino que los utilizan como meros recursos para las urbes.

Beatriz Martín, vicepresidenta de la Diputación de Teruel, hizo hincapié en que el futuro pertenece al campo y que es imprescindible que las comunidades rurales reciban el reconocimiento y apoyo que merecen, en lugar de ser explotadas por intereses ajenos a sus necesidades. Expresó que todos los ciudadanos, independientemente de su ubicación, tienen derecho a contar con servicios básicos adecuados.

Ernesto Romeo, parte del Movimiento Ciudadano Teruel Existe, compartió su percepción sobre la masificación de proyectos energéticos que afectan al entorno rural. Criticó la falta de control sobre los fondos de inversión que, según expresó, debería de servir al bienestar de la población local y no al enriquecimiento de unos pocos. Esta situación fue calificada por él como la "mayor agresión" a las comunidades rurales.

El vecino también planteó que no se busca confrontación, sino soluciones concretas. Su mensaje se centró en la urgencia de que el mundo urbano reconozca la vitalidad del medio rural y se involucre en su conservación y desarrollo.

Joaquín Moreno, alcalde de Utrillas y representante de Teruel Existe en las Cortes, insistió en que es esencial planificar el territorio y asegurar que se mantengan los servicios, en lugar de permitir que la política favorezca únicamente a las grandes industrias. Además, se refirió a los recientes incendios forestales como un indicativo de la falta de un enfoque adecuado hacia la gestión del medio rural.

La manifestación atrajo a familias enteras, incluidos niños que, como la pequeña Vera de Teruel, expresaron su preocupación por la desigualdad en el acceso a servicios entre las grandes ciudades y localidades más pequeñas.

Durante la lectura del manifiesto en Cibeles, se enumeraron instalaciones como macro granjas, proyectos de energías renovables y otras actividades que amenazan el equilibrio y la calidad de vida en los entornos rurales. Al concluir el evento, los participantes celebraron el "latido del mundo rural", con un emotivo acompañamiento de tambores y aplausos que resonaron como un llamado a la acción y la continuidad de la lucha por los derechos de sus tierras.