Crónica Aragón.

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El albergue de Zaragoza recibe a 140 indigentes durante la primera ola de frío, aún con capacidad disponible.

El albergue de Zaragoza recibe a 140 indigentes durante la primera ola de frío, aún con capacidad disponible.

En Zaragoza, el albergue municipal ha estado recibiendo un promedio de 140 personas sin hogar desde que se activó el plan de emergencia por frío, aunque aún quedan plazas disponibles, dado que puede albergar hasta 150 individuos.

La consejera de Políticas Sociales, Marian Orós, ha confirmado que no se ha dejado a nadie en la calle que haya solicitado alojamiento, garantizando así la asistencia a quienes más lo necesitan durante las frías noches.

En los dos pabellones de emergencia destinados a hombres, que cuentan con 40 plazas en total, la ocupación comenzó con 25 personas el martes, aumentando hasta las 36 en la última noche del jueves.

Un perfil predominante entre los usuarios es el de jóvenes migrantes procedentes de África subsahariana, en su mayoría desde el asentamiento del Parque Bruil. También se han registrado casos de personas españolas y de otros países, como Argelia e Italia.

Para las mujeres, se ha habilitado un área conocida como el "cuarto azul", que puede acomodar hasta diez camas; sin embargo, esta noche solo ocho mujeres hicieron uso de ella.

El resto de las instalaciones del albergue, que incluyen habitaciones regulares, casas abiertas y módulos familiares e individuales, se hallan en su mayoría llenas, aunque algunas plazas quedaron vacantes la pasada noche.

Además de los espacios disponibles en el albergue, el consistorio zaragozano ha preparado un recurso adicional con 25 camas en otra ubicación, que estará listo para ser utilizado en caso de que la demanda lo requiera.

Este nuevo servicio de emergencia, ubicado en una propiedad municipal, funcionará por la tarde y la noche y ofrecerá alojamiento a las personas sin hogar derivadas del albergue, en colaboración con Cruz Roja.

Orós explicó que, ante las condiciones climáticas extremas con temperaturas bajo cero y otros factores adversos, se han flexibilizado los horarios y protocolos de acceso al albergue, permitiendo así su apertura 24 horas, en lugar del horario habitual de 07:00 a 20:30.

Durante el día, las personas sin hogar que no pernoctan en el albergue tienen acceso a recursos como desayuno, comida, café caliente, duchas y ropa de abrigo.

La consejera destacó que muchas de estas personas son conscientes de que el albergue está disponible, gracias al trabajo de un equipo de servicios sociales que contacta con ellas para ofrecerles tratamientos de integración social.

Se identifican varios perfiles entre los usuarios: el primero, relacionado con problemas crónicos como salud mental y adicciones, es el que requiere mayor atención y seguimiento continuado por parte del equipo de calle.

Un nuevo grupo ha surgido desde marzo: jóvenes migrantes subsaharianos que tienen derecho a protección internacional, pero que enfrentan esperas de hasta seis meses en la calle debido a cuestiones administrativas. Orós criticó esta situación y pidió que se establezca una fase cero para que estas personas puedan recibir asistencia sin los retrasos burocráticos.

Además, hay personas en situación irregular que carecen de derechos de asilo, y se está trabajando con la Fundación Dolores Sopeña para facilitar su integración a través de la formación y la obtención de documentación que les permita acceder a empleo.

También se está atendiendo a trabajadores vulnerables que, a pesar de tener empleo, enfrentan dificultades para encontrar vivienda. El gobierno local se está comunicando con diversas empresas para fomentar el desarrollo de soluciones habitacionales.

Orós recordó que en el recuento de personas sin hogar realizado cada dos años, en 2023, el 78 por ciento eran migrantes. Aunque la metodología de este conteo había sido propuesta por el Gobierno de España, el Ayuntamiento de Zaragoza tomará la iniciativa de realizarlo de todos modos para evaluar la situación local.

El próximo 26 de noviembre se llevará a cabo este recuento en colaboración con Cruz Roja, incluyendo entrevistas personales para mejorar los programas de ayuda.

Además, se inaugurará en diciembre un nuevo centro de día en la ampliación del albergue, que representará una inversión de aproximadamente 5 millones de euros y ofrecerá no solo un espacio adicional, sino también actividades formativas y talleres ocupacionales.

La reforma del albergue, conocido oficialmente como Centro de Acogida e Inserción de Personas Sin Hogar, ha estado en marcha durante 22 meses y se espera que concluya en diciembre, aumentando la capacidad en 55 plazas.

El Concello también dispone de 65 pisos con 189 camas para ayudar a las personas sin hogar a recuperar su autonomía. Recentemente, se abrieron 20 nuevas plazas en cuatro pisos para migrantes, en colaboración con la Fundación Dolores Sopeña.

Un programa piloto se está implementando para jóvenes subsaharianos en situación irregular, en alianza con una entidad social, para ofrecer herramientas de inserción sociolaboral.

Finalmente, Orós anunció que en un futuro cercano se establecerán acuerdos con diferentes entidades para aumentar la disponibilidad de habitaciones y camas, reafirmando que, aunque el albergue es fundamental, la colaboración entre la red social de la ciudad es esencial para abordar el fenómeno del sinhogarismo.

Desde marzo de este año, se ha observado un incremento en la población sin hogar, un problema que no es exclusivo de Zaragoza, sino que se halla en todo el país, afligido por la crisis migratoria y el complicado acceso a vivienda. Una iniciativa adicional llamada "housing first" se planifica para aquellos que llevan más de una década en la calle, ofreciendo espacios de alojamiento con acompañamiento social.