Azcón impulsa un cambio trascendental en la economía aragonesa con una gigafactoría que generará un impacto notable en el empleo.
El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, ha señalado que la instalación de la nueva fábrica de baterías representa un factor crucial para consolidar la industria de automoción en la región.
En un anuncio realizado el 10 de diciembre en Zaragoza, Azcón describió este momento como un "cambio histórico y sin precedentes" para la economía aragonesa. La construcción de la gigafactoría de fosfato de hierro y litio (LFP) en la planta de Stellantis, ubicada en Figueruelas, supondrá una inversión que podría alcanzar los 4.100 millones de euros, además de crear un impacto considerable en el empleo regional.
Durante su comparecencia ante los medios, Azcón ofreció un panorama alentador sobre cómo la llegada de esta gigafactoría transformará la planta de Stellantis, un proyecto que surge tras la alianza con la firma china CATL a través de una 'joint venture' al 50 por ciento.
El presidente autonómico enfatizó que la instalación de la gigafactoría no solo asegurará el futuro industrial de Aragón, sino que también proporcionará un rayo de optimismo en un contexto global complicado. "La industria en nuestra comunidad tiene un pilar fundamental que se reafirma con esta inversión", argumentó Azcón, resaltando la relevancia de la automoción para el desarrollo económico de la región.
Para dimensionar la importancia de esta noticia, Azcón indicó que el sector automotriz representa aproximadamente el 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Aragón, así como el 30,4 por ciento del empleo industrial y el 35 por ciento de todas las exportaciones de la región.
En 2023, la facturación del sector automotriz en Aragón ascendió a casi 11.775 millones de euros, lo que involucra a más de 300 empresas y genera alrededor de 35.000 puestos de trabajo, de los cuales 4.500 están directamente relacionados con la planta de Stellantis en Figueruelas.
Según Azcón, estos datos no solo reflejan la importancia del sector para la economía regional, sino también su impacto a nivel nacional. Sin la industria automotriz en Aragón, España no podría ostentar el título de ser la segunda productora de vehículos en Europa y la octava a nivel mundial.
En un contexto de "reconversión" del sector automotriz a nivel global, impulsado por la necesidad de pasar de combustibles fósiles a vehículos eléctricos y por la competencia con la producción china que presenta costos significativamente más bajos, Azcón hizo hincapié en la relevancia de que Stellantis y CATL hayan decidido establecer la gigafactoría en Aragón.
El presidente también profundizó en los factores que han influido en esta decisión, mencionando que ha sido un proceso largo donde la comunidad ha trabajado arduamente para crear un entorno propicio para la inversión. La ubicación estratégica y la disponibilidad de energía renovable, sumado a las características competitivas de la planta de Stellantis, fueron elementos clave en la elección de Aragón como el lugar idóneo para esta instalación.
Azcón recordó que, desde la llegada de General Motors en 1981, se hizo una previsión de terrenos que ahora facilitan la construcción de la nueva fábrica, lo que a su vez contribuirá a incrementar la competitividad de la producción en la región.
El presidente aragonés anticipó que los 4.100 millones de euros de inversión inicial generarán un efecto colateral de cientos de millones, incluso alcanzando hasta mil millones de euros, destinados a la creación de plantas de energía renovable necesarias para abastecer la nueva fábrica de baterías. Además, resaltó que esta inversión consolidará y creará miles de puestos de trabajo de calidad y alta cualificación en la región.
Analizando los efectos económicos y sociales que la gigafactoría podría traer a Zaragoza, Azcón subrayó su contribución a la diversificación de la economía aragonesa en un ámbito tecnológico completamente nuevo para Europa. La producción de celdas de baterías, crucial en la transición energética global, también fortalecerá las exportaciones de la comunidad.
Un aspecto fundamental de este proyecto industrial es su compromiso con la sostenibilidad, que se posiciona como una prioridad en el diseño de la fábrica, que se prevé como un modelo de respeto por el medio ambiente.
Azcón afirmó que el anuncio de esta inversión refuerza la rica herencia automovilística de Aragón y ofrece una perspectiva hacia el futuro. "Los aragoneses deben sentirse satisfechos y orgullosos, ya que esta inversión aporta riqueza, empleo y prosperidad a una comunidad en un sector, el automotriz, sumido en desafíos", concluyó.
El presidente también valoró positivamente el año en que Aragón ha logrado superar los 40.000 millones de euros en anuncios empresariales, una cifra que cataloga como "mágica", resultado del interés que despierta la comunidad como destino para los inversores.
En cuanto a los trámites para poner en marcha el proyecto, Azcón adelantó que en "pocos días" se dará luz verde a la Declaración de Interés General (DIGA), que será previa al Plan de Interés General de Aragón (PIGA). Este último definido con precisión incluirá datos sobre los empleos, la inversión y la cronología del proyecto de la gigafactoría.
El presidente estima que toda la tramitación administrativa se completará en aproximadamente seis meses, asegurando que será el proceso más rápido realizado en la historia de la comunidad, garantizando así la seguridad jurídica necesaria, gracias a un esfuerzo conjunto y prolongado.
Se anticipa que la gigafactoría comience su producción hacia finales de 2026, con una capacidad potencial de hasta 50 gigavatios/hora (GWh), y está diseñada para ser completamente neutra en carbono, lo que la convierte en un proyecto vanguardista en términos de sostenibilidad.
Desde la empresa, se ha destacado que esta inversión en Zaragoza es una de las más significativas en la historia de Stellantis en España. Esta operación, que está a la espera de la aprobación de las entidades regulatorias, se espera que se cierre durante el transcurso de 2025.
Azcón concluyó subrayando el impacto positivo que la decisión de crear esta fábrica tendrá en distintos aspectos, desde el económico al social. "Pocas industrias requieren tal cantidad de energía como la automotriz, pero raras veces encontraremos una inversión que genere un impacto tan amplio y positivo. Este proyecto es un modelo a seguir, sin ningún tipo de objeciones", sentenció.
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