Aragón requerirá cerca de 40.000 empleados en los próximos diez años, según Cepyme y Fundación Ibercaja.

Según un reciente estudio, Aragón enfrenta un gran desafío en el ámbito laboral que podría condicionar su desarrollo en la próxima década. Se estima que la región requerirá aproximadamente 40.000 nuevos trabajadores, mientras que se registran más de 51.000 personas sin empleo. Esta situación destaca la desconexión existente entre las habilidades que poseen los demandantes de empleo y las necesidades reales del mercado, algo que preocupa a diversos sectores económicos.
La presidenta de CEPYME Aragón, María Jesús Lorente, junto al director general de la Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo, compartieron los resultados de un informe titulado 'Análisis de profesiones con alta demanda y baja disponibilidad'. Este documento se centra en los desajustes que caracterizan el mercado laboral aragonés y la ausencia de recambio en ciertos oficios fundamentales.
El estudio se construyó a partir de una exhaustiva revisión de las ofertas de trabajo y entrevistas a expertos en recursos humanos, lo que permitió realizar un diagnóstico de los problemas actuales en el ámbito del empleo. Estos problemas se agravan en medio de un contexto de crecimiento económico en el que las inversiones son constantes, creando mayor necesidad de personal en sectores como la logística, tecnología y agroalimentación, un hecho reconocido por Lorente.
A pesar de la aparente abundancia de puestos de trabajo, la realidad del desempleo juvenil es alarmante. "No todos los desempleados buscan trabajo activamente", argumentó Rodrigo, sugiriendo que existe un paro estructural en este grupo, pero que no se debe atribuir a la inacción de todos. Con 50.000 personas buscando empleo, la presidenta de las pymes recordó que Aragón se encuentra, de alguna manera, en niveles cercanos al pleno empleo en términos generales, una situación que se propone como favorable, aunque no se refleja equitativamente en todas las demografías, especialmente entre los jóvenes y las mujeres.
El informe indica que las empresas están teniendo dificultades para encontrar trabajadores cualificados en sectores fundamentales como la industria manufacturera, la logística y los servicios sociosanitarios. Lorente enfatizó que la juventud no está suficientemente preparada para ocupar los puestos que se demandan, subrayando que "no estamos hablando de cuestiones de edad", sino de la falta de formación adecuada.
Cerca del 73.968% de la demanda laboral se concentra en la provincia de Zaragoza, donde predominan las ofertas en el sector servicios, seguido de la industria y la construcción. Sin embargo, Lorente alertó sobre la importancia estratégica de la industria y la energía, señalando que son estos sectores los que pueden liderar el crecimiento económico de la región en el futuro.
Las necesidades laborales varían según la localidad; no todas buscan lo mismo. En algunas áreas, como el Bajo Cinca, se requiere personal específico en la industria alimentaria, mientras que en otras se demanda mano de obra para logística. Estos matices son esenciales para entender las disfunciones en la conexión entre oferta y demanda de empleo.
Un factor preocupante es la demografía de algunas comarcas que están envejeciendo, lo que lleva a ciertas empresas a contemplar el cierre por falta de sucesores. "Las familias y educadores deben involucrarse en solucionar esta movilidad laboral", advirtió Lorente, refiriéndose a la reticencia de algunos trabajadores a trasladarse por razones de falta de vivienda.
También se ha constatado que la educación no siempre se alinea con las demandas del mercado. A través de una colaboración con la Fundación Ibercaja, Cepyme ha buscado mejorar la orientación académica a estudiantes y familias, con el fin de ajustar las expectativas formativas a lo que realmente se necesita en el mercado laboral actual.
Desde su lanzamiento, la plataforma orientativa ha acumulado más de 700.000 usuarios en busca de guías sobre oportunidades formativas. Sin embargo, Lorente advierte sobre la "barrera" que representan las decisiones erróneas de familias que inscriben a sus hijos en programas académicos que no corresponden con las demandas laborales vigentes.
Otro reto significativo es la baja vocación por el autoempleo y la falta de interés de los jóvenes en aprender oficios. Esta situación es preocupante, ya que podría provocar escasez de profesionales en el futuro, alertó Lorente. En el ámbito de la construcción y los servicios técnicos, la necesidad por aberturas de nuevas generaciones es inminente.
Desde Cepyme, se han identificado numerosos oficios en alta demanda, como carpinteros, electricistas y fontaneros, entre otros. La cooperación entre Cepyme Aragón y la Fundación Ibercaja ha dado lugar a actividades que se centran en la formación práctica, con la intención de adaptar a los jóvenes a las necesidades del mercado laboral.
A través de diversas iniciativas en el año académico 2024-2025, se ha proporcionado una variada oferta de actividades formativas, tanto presenciales como en línea, que buscan empoderar a los jóvenes en su camino profesional. "Estamos comprometidos en ayudar a las nuevas generaciones a navegar un futuro laboral incierto, donde el desempleo juvenil es un problema persistente en España", concluyó Rodrigo.
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