Crónica Aragón.

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Aragón intensifica su vigilancia ante la ausencia de enfermedades transmitidas por vectores.

Aragón intensifica su vigilancia ante la ausencia de enfermedades transmitidas por vectores.

El Gobierno de Aragón ha confirmado que, hasta el momento, no se han identificado enfermedades vinculadas a vectores como mosquitos o garrapatas en la región. Sin embargo, ante el creciente aumento de estas enfermedades a nivel mundial, se ha decidido intensificar las medidas de Prevención, Vigilancia y Control que se iniciaron en 2024. Entre los nuevos esfuerzos, se incluirá la formación adicional del personal especializado y la instalación de cuatro nuevos puntos de control, que se sumarán a los cinco ya operativos en localidades como Binéfar, Alcañiz y Zaragoza.

Una de las nuevas estaciones de monitoreo se ubicará en La Alfranca, en Pastriz, un sitio que fue visitado recientemente por el consejero de Sanidad de Aragón, José Luis Bancalero, quien estuvo acompañado por otros altos funcionarios y expertos de la Universidad de Zaragoza. Este punto es parte de un plan colaborativo entre el departamento de sanidad y la universidad, enfocado en mejorar la vigilancia sobre vectores perjudiciales.

Bancalero destacó que el plan implementado por el Departamento de Sanidad tiene como objetivos prioritarios la disminución de riesgos relacionados con infecciones transmitidas por vectores y la mitigación de su posible impacto en la salud pública. La implementación de estos objetivos es crucial considerando la creciente tendencia de enfermedades transmitidas por insectos en el mundo.

El año pasado se redactaron diferentes programas que incluyeron la captura de vectores adultos y el uso de trampas de oviposición. Estos esfuerzos han permitido la mejora de los métodos de muestreo y la correcta identificación de los vectores, así como la detección de patógenos, lo que incluye la posibilidad de llevar a cabo la secuenciación del ADN de los patógenos cuando se requiere. Además, se han llevado a cabo diversas actividades de capacitación y comunicación al público.

Gracias a las capturas realizadas en 2024, se ha confirmado la presencia de vectores competentes en la transmisión de enfermedades en Aragón, lo que avanza hacia la creación de un mapa de riesgo relacionado con estos insectos. Hasta ahora, las trampas han logrado identificar a estos vectores sin que haya implicaciones serias para la salud humana.

La Dirección de Salud Pública continuará investigando y consolidando estos hallazgos debido a la importancia de entender la dinámica de estos insectos en la salud pública, especialmente ante la posibilidad de futuros brotes de enfermedades.

En esta línea, se han catalogado los vectores que representan un riesgo en la comunidad y se ha establecido un protocolo de acción en caso de que se detecten infecciones en pacientes. El consejero ha subrayado que, si bien no se han reportado infecciones relacionadas con los vectores analizados hasta ahora, es esencial mantenerse alerta ante el riesgo potencial que representan.

Las enfermedades infecciosas transmitidas por vectores están en aumento a nivel mundial y ya representan el 17% de todas las enfermedades infecciosas, con nombres como el paludismo y el dengue entre las más preocupantes. Esto resalta la necesidad urgente de un enfoque coordinado entre las autoridades de salud pública para mitigar estos riesgos.

Bancalero enfatizó la creciente amenaza que estas enfermedades representan para la salud pública actualmente y reconoció el esfuerzo integrado entre diversos departamentos del Gobierno de Aragón y la Universidad de Zaragoza para enfrentar estos desafíos sanitarios.

El aumento de estas infecciones se atribuye a factores como el incremento de viajes, el comercio internacional y cambios ambientales, como el calentamiento global y alteraciones en los patrones de precipitación. En ese contexto, el Gobierno de Aragón ha decidido continuar con su plan de vigilancia y control, que ahora incluye nuevas localizaciones de trampa adicionales a las ya existentes.

Los nuevos puntos de control están estratégicamente ubicados en localidades como Sástago, Sádaba, Alcolea de Cinca y La Alfranca, que posee las condiciones óptimas para el monitoreo por su clima y recursos hídricos, además de albergar fauna que podría influir en la proliferación de vectores.

Dentro del marco de vigilancia sanitaria, se centran en insectos como los Aedes, que son responsables de enfermedades como el dengue, y otros como los flebótomos y Anopheles, que también representan riesgos significativos para la salud humana. Este enfoque exhaustivo considera el impacto de las garrapatas, que están asociadas con diversas patologías peligrosas.

Bancalero participó en una reunión técnica en La Alfranca donde agradeció a las distintas instituciones involucradas por su colaboración en la implementación de estos planes. Esta reunión marcó la conclusión de las actividades de instalación de trampas para la campaña actual.

Entre los asistentes a esta reunión se encontraban académicos de la Universidad de Zaragoza, representantes de Salud Pública y de Medio Natural, además del alcalde local, todos comprometidos en la lucha contra las amenazas que representan estos vectores.

El director general de Medio Natural, Alfonso Calvo, resaltó la importancia de la cooperación interdepartamental para la efectividad de estos proyectos de salud pública, subrayando la necesidad de que todos los organismos trabajen de la mano para abordar esta complejidad sanitaria.

Finalmente, Nuria Gayán, directora general de Salud Pública, instó a la población a tomar precauciones, como evitar la acumulación de agua estancada donde los mosquitos pueden reproducirse, y aconsejó consultar al médico ante cualquier síntoma de fiebre tras regresar de áreas endémicas. También promovió el uso de aplicaciones que permiten a los ciudadanos reportar casos de picaduras, dando así un paso hacia una mayor participación pública en la vigilancia sanitaria.

La integración de la salud humana, animal y medioambiental es una consideración clave en esta estrategia, especialmente a la luz de brotes recientes, como el de fiebre del Nilo occidental que se reportó el verano pasado en Andalucía, destacando la interconexión de todas estas variables en la preservación de la salud pública.