El 27 de diciembre, en Zaragoza, la Policía Nacional ha intensificado sus esfuerzos para erradicar la explotación sexual de menores en el entorno digital. En lo que va del año, se han llevado a cabo más de cuarenta operativos en la región de Aragón, resultando en alrededor de treinta detenciones y registros vinculados a delitos graves de pornografía infantil y corrupción de menores, durante los cuales se han confiscado cerca de un millón de archivos, que incluyen imágenes y vídeos inapropiados.

Las investigaciones son lideradas por unidades especializadas en delitos tecnológicos, lo que ha posibilitado la captura de casi un millón de imágenes y vídeos ilegales, además de más de un centenar de dispositivos informáticos que se utilizaban para la producción, almacenamiento o difusión de dicho contenido perjudicial.

La pornografía infantil es un delito de suma gravedad que abarca la creación, posesión, distribución y facilitación de material sexual que involucra a menores. Esto incluye no solo imágenes reales, sino también contenidos manipulados o creados mediante inteligencia artificial, una tendencia que está creciendo alarmantemente.

El Código Penal establece penas severas para estas infracciones, sobre todo en casos donde hay contacto directo con las víctimas, así como coacciones, amenazas o motivación económica. Gracias a estas investigaciones, se han logrado identificar a depredadores que operan en el círculo cercano a los menores, vale decir, a través de redes sociales, aplicaciones de mensajería, videojuegos online y foros privados, para hacer que los más vulnerables confíen en ellos y así poder obtener material de carácter sexual, a menudo durante periodos prolongados.

Entre las operaciones más destacadas recientemente, la Policía Nacional resalta la Operación URTZI, que desarticuló un grupo de pederastas implicados en la producción y distribución de material que incluía abusos a tres menores de su propio entorno familiar. Dos de los arrestados han sido encarcelados.

Por otro lado, durante la operación AROMO, se evidenció que el detenido no sólo poseía y distribuía pornografía infantil, sino que además había obtenido material sexual de al menos siete menores, resultando también en su ingreso en prisión.

Asimismo, la operación ALIANZA se centró en individuos adultos que, a través de redes sociales, buscaban contactar a menores ofreciendo regalos y dinero a cambio de relaciones sexuales.

Finalmente, la operación CUBA reveló a un individuo que había estado abusando de menores durante más de diez años, con material confiscado correspondiente a más de 140 víctimas.

Estas iniciativas han sido posibles gracias a la colaboración activa de la ciudadanía, tanto en el ámbito nacional como internacional, y al trabajo conjunto con fuerzas policiales de otros países. La Policía Nacional subraya la disponibilidad de un correo electrónico, [email protected], como un canal anónimo y confidencial para que cualquier persona reporte sospechas, enlaces, perfiles o comportamientos que involucren la explotación sexual de menores en el ámbito digital.

Es fundamental que, ante la más mínima sospecha, especialmente en el entorno más cercano a los menores, se comunique. Un solo mensaje podría ser crucial para proteger a una potencial víctima y llevar ante la justicia a un agresor.