
El Gobierno ha dado un paso significativo hacia la mejora de la infraestructura ferroviaria en España, específicamente en Aragón y Cataluña. A través del Ministerio de Transportes y ADIF, se ha anunciado la adjudicación de un proyecto de renovación de un tramo de 31 kilómetros que conecta Selgua, en la provincia de Huesca, con Lleida, por un monto de 6,2 millones de euros.
Este proyecto está diseñado para fortalecer la fiabilidad de la línea Zaragoza-Lleida-Tarragona, que es vital tanto para el transporte de pasajeros como para el de mercancías. Esta ruta destaca por ser una de las más transitadas en cuanto a carga, y se espera que en el futuro opere servicios de autopista ferroviaria, según destacan desde el Ministerio de Transportes.
La intervención implica la instalación de 44.324 traviesas nuevas, que incorporarán tecnología superior, incluyendo traviesas de monobloque, polivalentes y de hormigón. Estas mejoras están destinadas a optimizar la geometría de la vía, asegurando una mayor estabilidad y alineación, lo que a su vez garantizará un trayecto más cómodo y fiable para los usuarios del ferrocarril. Además, también se realizarán modificaciones en otros elementos de la infraestructura, como el balasto y el carril.
Este proyecto se suma a la estrategia del Ministerio por modernizar la red de ferrocarriles convencionales en la región. Un ejemplo reciente de este compromiso es la reactivación de la línea Huesca-Canfranc, que tras su renovación integral, reduce los tiempos de viaje en 30 minutos, con una inversión significativa de 180 millones de euros.
En otro ámbito de la infraestructura ferroviaria, ADIF ha iniciado la redacción de un proyecto para acondicionar y reabrir el túnel de Somport, un paso crucial para conectar el tráfico ferroviario internacional. Este esfuerzo requerirá una inversión prevista de 93 millones de euros.
Paralelamente, el Ministerio está trabajando en la adecuación de la línea Zaragoza-Lleida-Tarragona para facilitar la futura circulación de servicios de autopista ferroviaria. Este ambicioso plan incluye la adaptación del gálibo de la electrificación y la Reforma de seis túneles y 16 pasos superiores, con una inversión que superará los 60 millones de euros.
Además, se están realizando esfuerzos para adaptar varias estaciones a lo largo de esta línea, incluyendo Selgua, Marcén-Poleñino, y Almudévar en Huesca, y Juneda y Raimat en Lleida. Estas mejoras permitirán el estacionamiento de trenes de 750 metros, optimizando así la eficiencia de la red ferroviaria y promoviendo su competitividad, con contratos que suman un total de 22,7 millones de euros.
La importancia de la línea Zaragoza-Tarragona es indiscutible, ya que representa la mayor frecuencia de transporte de mercancías en la red ferroviaria, con más de 100 circulaciones semanales en cada dirección. Esta vía conecta dos de los principales centros económicos del país, Madrid y Barcelona, y se integra en los flujos comerciales entre el centro-sur y el noreste de España, así como con el resto de Europa.
Con un conjunto de actuaciones que suman una inversión global de 355,7 millones de euros, el Gobierno reafirma su compromiso con la modernización de la infraestructura ferroviaria, buscando no solo mejorar el servicio, sino también consolidar el papel de España como un eje clave en el tráfico internacional de mercancías.
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