En Zaragoza, el pasado 13 de septiembre, la Academia General Militar fue el escenario de un significativo acto que marcó un hito en la formación de la nueva camada de oficiales. En una ceremonia cargada de simbolismo, los cadetes de tercer año del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil recibieron sus nombramientos como alféreces, un paso que demuestra su compromiso con el servicio a la patria.

Esta entrega de divisas simboliza mucho más que un nuevo rango; representa la transición de los cadetes hacia un nivel de responsabilidad superior. Con el título de alférez, estos jóvenes no solo recibirán el respeto merecido, sino que además estarán llamados a guiar y formar a sus compañeros de cursos inferiores, asumiendo así un papel que reafirma la importancia del liderazgo en las fuerzas armadas.

El evento fue presidido por el director de la Academia, Prudencio Horche, quien tuvo el honor de otorgar los nombramientos a más de trescientos cadetes, tanto hombres como mujeres, que han superado con éxito los rigurosos requisitos de formación en las distintas escalas, incluyendo el Cuerpo General y de Intendencia.

La ceremonia se tornó aún más emotiva con la participación de los familiares, quienes tuvieron la oportunidad de hacer entrega en persona de los nombramientos a sus seres queridos. Este momento de unión familiar resaltó la importancia del apoyo en el recorrido que estos futuros líderes militares están por emprender.

En un marco de honor, el acto también incluyó la imposición de condecoraciones y el reconocimiento a la excelencia docente. Se otorgó el premio ‘Comandante Ezquerro’ a dos profesores ejemplares, así como distinciones a cinco cadetes sobresalientes, seleccionados por varias entidades, entre ellas la Universidad de Zaragoza y el Colegio de Economistas de Aragón, quienes apuestan por la formación integral de los futuros oficiales.