En un avance significativo para la infraestructura urbana, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible se encuentra en plena ejecución de las obras de adecuación de la Avenida de Sagunto, ubicada en la travesía de la carretera N-223 en Teruel. Estas obras, que favorecerán el paso de bicicletas y peatones, entrarán en su segunda fase a partir del próximo 2 de enero. Esta etapa del proyecto tiene un presupuesto de 6,4 millones de euros, incluyendo el IVA, y forma parte del ambicioso Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, respaldado por los fondos europeos del programa Next Generation EU.

La nueva fase de obras afectará a dos áreas específicas de la Avenida de Sagunto. En primer lugar, se contempla un corte de circulación en un sentido entre la Carretera Castralvo y la Avenida Aragón, con desvíos establecidos a través de calles aledañas. Además, el tramo inicial que va de la calle los Enebros hasta la glorieta de los Lapiceros tendrá una reducción en el ancho de los carriles, aunque no se interrumpirá el tránsito en ninguna dirección.

El propósito principal de estos trabajos es integrar la carretera N-223 en el entorno urbano de Teruel, mejorando así la seguridad vial y ampliando el espacio peatonal. Se busca también pacificar el tráfico de la zona y promover la movilidad sostenible mediante la creación de espacios reservados para vehículos de movilidad personal, un objetivo clave dentro de la visión moderna de la movilidad urbana.

Las obras implican una serie de tareas, que incluyen la demolición de las aceras actuales y la reposición de los servicios afectados, seguidos de la construcción de acerados con una nueva disposición. Resulta destacado que la pavimentación y la creación de un carril específico para vehículos de movilidad personal se postergará hasta el final de la intervención, asegurando así una finalización ordenada del proyecto.

Dentro de esta estrategia de modernización, también se implementará un nuevo sistema de iluminación en las entradas principales de la ciudad de Teruel. Esto incluye la conexión con el centro de la autovía A-23, la variante de Teruel N-234 en el polígono La Paz, así como el enlace de Villaspesa, lo que simboliza una mejora integral en las infraestructuras de acceso a la ciudad.

La duración de las obras ha sido objeto de atención y planificación. Para proporcionar claridad y cooperación, se llevó a cabo una reunión en la Subdelegación del Gobierno en Teruel, donde se reunieron representantes del Ayuntamiento, así como diversas asociaciones vecinales y comerciantes. Durante esta reunión, se proporcionó información detallada sobre el progreso de la obra y las posibles afectaciones que podrían derivarse de esta segunda fase de construcción.

El cronograma proyectado indica que el primer tramo, que se extiende desde la calle los Enebros hasta la Ronda de Barrios, tiene una duración estimada de siete meses. Seguidamente, el segundo tramo que conecta la Ronda de Barrios con la Glorieta de Lapiceros se extenderá por otros siete meses. Por otro lado, el tercer y último tramo, que conecta la Carretera Castralvo con la Avenida Aragón, estará previsto para concluir en un plazo de tres meses.

Además, los organizadores han decidido que, al inicio de cada una de las fases, se celebrará una reunión previa destinada a informar sobre el avance de los trabajos, el impacto en el tráfico y cualquier modificación posible en los servicios urbanos. Esta medida busca garantizar que la ciudadanía esté debidamente informada y pueda planificar sus desplazamientos de manera adecuada.

Finalmente, los interesados en obtener información adicional pueden dirigirse a una oficina de atención al ciudadano. Esta oficina ofrece asistencia tanto de manera telemática, a través del correo [email protected], como de manera presencial, todos los martes de 9:00 a 11:00 horas en la dirección de la Calle Amantes, 15, simbolizando una apertura al diálogo y la colaboración con la comunidad afectada por las obras.