El pasado 4 de diciembre, Zaragoza fue escenario de una importante acción por parte de la Policía Nacional, que culminó con la expulsión de un individuo de origen marroquí, vinculado a una red de comercio ilegal de teléfonos móviles robados. Este hombre era conocido por su papel en la recepción y posterior venta de dispositivos hurtados, tanto en España como en Marruecos.

El sujeto, que se encontraba en el Centro de Internamiento de Extranjeros en Valencia a la espera de su situación legal, contaba con una orden de expulsión emitida por la Subdelegación del Gobierno en Zaragoza desde el 18 de marzo de 2025. Su captura se produjo el 22 de octubre, siendo acusado de receptación tras haberse apoderado de móviles robados a sus propietarios por medios delictivos, incluyendo el uso de la violencia.

Durante una operación en su residencia, la policía logró incautar un total de quince teléfonos móviles, la mayoría de los cuales fueron devueltos a quienes habían sido sus legítimos dueños. Este operativo subraya el compromiso de las autoridades para abordar el creciente problema del robo y la reventa de bienes robados, un problema que afecta tanto a la seguridad pública como a la confianza del consumidor.

Una vez que el detenido fue llevado ante el Juzgado de Instrucción, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Zaragoza solicitó su traslado al centro de internamiento en Valencia, lo que facilitaría su expulsión del país. Las autoridades judiciales accedieron a esta solicitud, y el marroquí permaneció en dicho centro hasta que se ejecutó el proceso de expulsión.

Es fundamental destacar que este individuo ya había sido arrestado en dos ocasiones anteriores en Zaragoza por delitos relacionados con la receptación y contaba con reclamaciones judiciales. Con su expulsión, se busca desincentivar este tipo de actividades delictivas en el país, estableciendo un período de tres años durante el cual le será prohibido regresar a España.