En Aragón, la fauna autóctona se ve revitalizada con la incorporación de dos linces ibéricos, los únicos ejemplares que se pueden observar en esta comunidad. Estos felinos, llamados Esparto y Fernandina, han encontrado su nuevo hogar en el Parque de Fauna La Maleza, ubicado en Tramacastilla, dentro de la comarca de la Sierra de Albarracín, donde disfrutarán de un amplio recinto diseñado especialmente para ellos.
Estos linces representan un hito importante en la lucha por la conservación de una especie que estuvo al borde de la extinción. La introducción de Esparto y Fernandina busca no solo acercar a los visitantes al fascinante mundo del lince ibérico, sino también llevar a cabo iniciativas educativas centradas en la conservación y mejora de la biodiversidad en la región.
Los nuevos habitantes del parque provienen de un exitoso programa de cría en cautividad implementado en España, siendo Esparto el macho, originario del centro El Acebuche de Doñana, y Fernandina la hembra, procedente de La Olivilla en Jaén. Cabe destacar que esta primavera, la pareja tuvo una camada de cachorros, lo que subraya la robustez de su salud y su adaptación al entorno.
La llegada de estos linces al Parque de Fauna La Maleza se llevó a cabo hace aproximadamente dos meses, gracias a la colaboración del Departamento de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón. Durante este tiempo, los linces estuvieron en un proceso de aclimatación que les permitió acostumbrarse a su nuevo entorno, manteniéndose ocultos de la vista del público durante dos meses.
Para facilitar su adaptación, los cuidadores tuvieron que crear dos cubículos independientes que les ofrecieran la posibilidad de observarse sin tener contacto físico, ya que se trata de animales solitarios que no se prestan a una convivencia próxima. Fue solo un mes después que comenzaron a socializar, y actualmente ya pueden ser observados por los visitantes en el parque.
El lince ibérico es un carnívoro especializado, que basa el 90% de su dieta en conejos. Según ha señalado Ricardo Almazán, director del parque, estos felinos no habían sido avistados en Aragón desde hace 60 o 70 años, un dato que resalta la importancia de su reintroducción en territorio aragonés.
La presencia de Esparto y Fernandina no solo permitirá a los visitantes disfrutar de la belleza de esta especie, sino que también les proporcionará un espacio natural esencial para su bienestar y desarrollo. La Maleza es un parque que abarca más de 23 hectáreas, diseñado para minimizar el impacto humano y mantener la integridad de su entorno natural.
Situado en un entorno privilegiado, el parque ofrece amplias áreas que replican los hábitats naturales ideales para cada especie. Los visitantes deben ser pacientes y esperar el momento adecuado para observar a los linces, emulando la experiencia de un naturalista en la naturaleza. Todos los animales en el parque han sido criados en cautividad o rescatados de situaciones complicadas, lo que añade un valor a su presencia.
Además, Esparto y Fernandina serán protagonistas de actividades formativas y de sensibilización que se enfocarán en la importancia de la recuperación del lince ibérico y el equilibrio de la biodiversidad. Estas iniciativas buscan enfatizar el papel crucial que juegan los depredadores en los ecosistemas y cómo su presencia puede beneficiar a la naturaleza en general.
Se espera que, a través de estas acciones de sensibilización, la existencia de los linces ayude a promover el plan de reintroducción que el Gobierno de Aragón está llevando a cabo. Este esfuerzo es parte de la 'Estrategia para la conservación del lince ibérico en España y Portugal', la cual tiene como objetivo establecer nuevas poblaciones en áreas adecuadas para su supervivencia.
Con la colaboración de Esparto y Fernandina, el Parque Faunístico de La Maleza será un centro de educación sobre las ventajas de reintroducir el lince en Aragón y los beneficios que ello conlleva, así como los escasos inconvenientes asociados a su presencia, según el director del parque.
Entre los beneficios de devolver el lince a su hábitat aragonés, se destaca su capacidad para controlar la superpoblación de conejos, que ha causado estragos en la agricultura local, así como el papel vital que los depredadores desempeñan en los ecosistemas saludables.
Por otro lado, los problemas que podrían surgir son mínimos y se refieren a situaciones como ataques a ganado, algo que en Andalucía ha generado indemnizaciones irrelevantes para los ganaderos. Es importante recordar que el lince ibérico es un animal extremadamente cauteloso y solitario, que tiende a evitar el contacto humano, asegurando así que no represente una amenaza para las comunidades locales.
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