Crónica Aragón.

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Operativos de la Guardia Civil logran siete rescates en el Pirineo aragonés en solo tres días.

Operativos de la Guardia Civil logran siete rescates en el Pirineo aragonés en solo tres días.

En los últimos días, el Pirineo oscense ha sido escenario de numerosas intervenciones de rescate por parte de la Guardia Civil, un recordatorio del clima incierto y los riesgos que conlleva la montaña. Durante un breve periodo, específicamente entre el 19 y el 31 de agosto, se llevó a cabo un total de siete rescates, atendiendo a un grupo diverso de excursionistas y profesionales de la montaña.

El desencadenante de estas operaciones fue un primer aviso recibido el 19 de agosto, a eso de las 22:00 horas. En esta ocasión, se notificó que un grupo de cuatro montañeros, que se encontraban en las cercanías del glaciar del Aneto, presentaba síntomas alarmantes de hipotermia y agotamiento, incapaces de continuar con su ruta en el término de Benasque.

Rápidamente se activó el Equipo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de Benasque, que se desplazó en un vehículo oficial antes de continuar a pie para alcanzar a los montañeros. Una vez localizados, los especialistas los acompañaron durante la noche y a la mañana siguiente, mediante la Unidad Aérea, fueron evacuados a la helisuperficie de Benasque, lográndose un final exitoso hacia las 08:00 del día siguiente.

Los implicados en esta misión eran hombres de distintas procedencias: dos de Ciudad Real, de 54 años, un joven de 18 y otro de 50, de nacionalidad francesa, todos ellos como muestra de la diversidad de visitantes que atraen los Pirineos.

El segundo rescate del día llegó a primera hora de la mañana, a las 08:30, cuando se reportó la necesidad de evacuación de una trabajadora de 22 años, originaria de Barcelona, que sufría dolores abdominales severos en el refugio de la Renclusa. A través del helicóptero del GREIM, se logró su traslado rápido a la helisuperficie de Benasque para recibir atención médica adecuada.

La misma jornada, en la tarde, tuvo lugar otro incidente: una barranquista de nacionalidad francesa, de 28 años, sufrió una caída durante un salto en el barranco de Barrasil, lo que le ocasionó lesiones en la espalda. El equipo de rescate se movilizó efectivamente, llevando a la joven al Hospital San Jorge, donde recibiría la atención necesaria.

El día siguiente, 20 de agosto, también estuvo marcado por rescates. Se atendió a una barranquista de 26 años, oriunda de Olot, que se esguinzó el tobillo en el barranco de Forcos, siendo rápidamente evacuada al hospital de Jaca tras el rescate coordinado por el GREIM y la Unidad Aérea.

A medida que caía la noche, otro aviso alertaba sobre dos senderistas perdidos en la estación de esquí de Astún. Afortunadamente, el GREIM de Jaca localizó a las chicas, de 17 y 18 años, vecinas de Pamplona, que fueron guiadas de regreso a su punto de partida, donde las esperaban familiares preocupados.

El 22 de agosto, las operaciones de rescate continuaron, comenzando con un senderista de 80 años que sufrió una caída en Peña Oroel, resultando en un traumatismo craneoencefálico leve. Gracias a la rápida respuesta del equipo de rescate, pudo ser evacuado al hospital de Jaca.

Finalmente, la última intervención del periodo fue para dos senderistas en el Ibón Coronas, uno de los cuales sufrió una lesión en la rodilla. La eficiente coordinación entre el GREIM y la Unidad Aérea permitió que ambos fueran rápidamente atendidos en la helisuperficie. Afortunadamente, el herido se recuperó lo suficiente como para abandonar el lugar por sus propios medios, lo que pone de relieve la importancia de la atención rápida en situaciones difíciles.