La economía de Aragón alcanzará un crecimiento del 2,9% en 2026 gracias a la gigafactoría, los centros de datos y el sector agroalimentario.
En Zaragoza, el 17 de diciembre, Ibercaja ha dado a conocer su análisis sobre las perspectivas económicas para el año 2026, elevando las expectativas de crecimiento del PIB en Aragón a un 2,9%, mientras que a nivel nacional, se espera un aumento del 2,3%. Estas cifras se ven impulsadas por la llegada de importantes inversiones en la región, incluyendo la construcción de una gigafactoría, centros de datos y un enfoque renovado en la industria agroalimentaria.
De acuerdo con sus proyecciones, el año 2025 cerrará con un crecimiento del 2,7% en Aragón y del 2,8% en el resto de España, ajustando ligeramente al alza las cifras previamente publicadas en mayo. Durante la presentación del nuevo número de la Revista Economía Aragonesa, Enrique Barbero y Santiago Martínez de Ibercaja expusieron estos augurios optimistas.
Barbero destacó que Aragón experimentará un crecimiento económico mucho más dinámico en 2026 en comparación con la Zona Euro y las principales economías europeas, sugiriendo que en 2027 incluso podría superar el crecimiento de España. Esta tendencia indica un panorama positivo para la economía regional, aunque se reconoce que el avance del PIB aragonés ha mostrado un ritmo más moderado en años recientes, según datos del INE y la AIReF.
Santiago Martínez también agregó que, a pesar de una evolución demográfica menos intensa en Aragón, recientemente se ha observado un incremento en la población aragonesa que supera el crecimiento nacional, posicionando a la región como la segunda con mayor crecimiento demográfico después de la Comunidad Valenciana. Esta posible recuperación demográfica, que ha sido poco común en las últimas décadas, se parece coincidir con una oleada de inversiones significativas en sectores estratégicos.
El atractivo del mercado inmobiliario aragonés, que ofrece condiciones más favorables, también parece estar atrayendo a un flujo notable de inmigrantes, principalmente extranjeros. En cuanto a la fase de inversión, Barbero indicó que los proyectos anunciados para la comunidad se desarrollarán en dos etapas: la construcción de infraestructuras, que supusieron un verdadero 'shock' para el PIB, y su posterior operación, cuya fase realmente transformará la economía de la región.
La previsión más detallada sugiere que el PIB de Aragón podría registrar un crecimiento de 2,8% en 2027, en comparación con el 2,1% proyectado para el conjunto de España, subrayando una diferencia significativa que se debe a la suma de los impactos de ambas fases de desarrollo económico.
Los analistas de Ibercaja también hicieron un llamado a la prudencia respecto al crecimiento previsto, destacando que la dependencia de importaciones podría limitar la contribución al PIB debido a los productos necesarios para la gigafactoría de baterías y la tecnología para los centros de datos, exacerbando un probable deterioro del déficit comercial en esta área.
Ante la situación del sector de la construcción, se prevé que el aumento temporal de la demanda laboral se vea afectada cuando se inicien las operaciones de los nuevos centros a finales de esta década, al tiempo que la construcción residencial seguirá enfrentando desafíos para satisfacer la demanda habitacional, que podría crecer aún más si la población sigue aumentando.
El tema del precio de la vivienda en Aragón también fue abordado, y se advirtió que las subidas empiezan a generar preocupación. Barbero describió esta problemática como "compleja y estructural" y sugirió que la solución reside en aumentar el número de viviendas disponibles y en desbloquear las que actualmente están cerradas.
En el ámbito internacional, se mencionó que la guerra comercial con Estados Unidos provoca un impacto limitado en el crecimiento global, aunque se prevé que las tensiones geopolíticas continúen afectando a la economía en el futuro. En este contexto, los riesgos en sectores como el automóvil, que enfrenta cambios tecnológicos y competencia de economías emergentes como la china, fueron también señalados.
En otra seña de incertidumbre, el sector porcino se encuentra bajo la amenaza de un eventual brote, dada su relevancia en las exportaciones aragonesas y el impacto considerable que podría tener en la economía local.
El nuevo informe de Ibercaja no solo analiza estos temas, sino que también explora la relación comercial entre Aragón y China, el impacto de la inteligencia artificial en el trabajo, y los desafíos del sector metalúrgico regional.
Por otro lado, Barbero expresó que las próximas elecciones anticipadas en Aragón, programadas para el 8 de febrero, no deberían afectar negativamente la marcha económica, ya que la incertidumbre previa se ha visto opacada por el bloqueo presupuestario. La breve pausa entre la disolución del Parlamento y la votación puede facilitar una resolución rápida de la situación política.
Asimismo, Barbero enfatizó que históricamente, los gobiernos regionales en Aragón han mantenido posturas proempresariales y receptivas ante nuevas inversiones, por lo que se espera que el nuevo ejecutivo que surja de las elecciones emule ese enfoque, garantizando la continuidad en el desarrollo económico que ha caracterizado a la región en años recientes.
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