Crónica Aragón.

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Las Cuatro Estaciones de la Garnacha llevarán su esencia a Cerdeña, California, Australia y Francia este año.

Las Cuatro Estaciones de la Garnacha llevarán su esencia a Cerdeña, California, Australia y Francia este año.

En la hermosa ciudad de Zaragoza, se ha dado a conocer un evento que promueve los caldos de garnacha de distintas regiones del mundo. El ciclo, titulado ‘Las Cuatro Estaciones de la Garnacha’, se llevará a cabo en el emblemático Monasterio de Veruela, donde se celebrará una serie de encuentros con vinos provenientes de Cerdeña, California, Australia y Francia, junto a los selectos caldos de la Denominación de Origen Protegida Campo de Borja.

Este importante anuncio se realizó en el majestuoso Salón del Trono del Palacio de Sástago, en la Diputación Provincial de Zaragoza, y conmemorará el renombrado concurso internacional 'Grenaches du monde', que hizo su debut en Veruela en 2016 como la primera edición fuera de Francia, destacando el orgullo español por esta variedad vitivinícola.

El ciclo comenzará en primavera con la participación de vinos italianos el 29 de marzo, seguido por una celebración dedicada a California en pleno verano el 14 de junio. El otoño estará representado por Australia, con una jornada programada para el 20 de septiembre, mientras que el evento cerrará en invierno, el 13 de diciembre, rindiendo tributo a las garnachas del sur de Francia.

Eduardo Arilla, diputado delegado del Monasterio de Veruela y alcalde de la localidad de Borja, aseguró que se sienten “orgullosos” de apoyar a la DOP Campo de Borja y resaltó cómo el vino se ha convertido en una parte fundamental de su identidad cultural. Además, hizo hincapié en la labor de los viticultores, quienes han sido históricamente olvidados, resaltando el valor de preservar la garnacha, una variedad que en el pasado fue menospreciada, pero que gracias al esfuerzo de generaciones ha alcanzado el estatus que merece.

Arilla enfatizó que este evento no se limita a una mera estrategia comercial, sino que se erige como un reconocimiento a la rica historia vinícola de la región, vinculada desde hace siglos a la tradición monástica. El presidente del Consejo Regulador de la DOP Campo de Borja, Eduardo Ibáñez, también subrayó el compromiso de la región por la calidad en la producción vitivinícola y su participación en concursos internacionales, resaltando la herencia de los ancianos viticultores que supieron conservar esta valiosa variedad.

Durante la presentación, se recordó con nostalgia la exitosa edición anterior, que celebró el origen aragonés de la garnacha, invitando a vinos de Cariñena, Calatayud y Somontano. Para la primera jornada del ciclo, Italia será la nación destacada con vinos de Cerdeña, que evocan características mediterráneas en sus sabores, recordando el perfil de los caldos aragoneses con toques de fruta madura.

El evento del 14 de junio, centrado en California, presentará la variante de garnacha que, aunque menos común en dicho estado, promete sorprender con su singularidad. Se destacó el viñedo Wente Vineyards, benefactor de la brisa fresca del Pacífico, que imparte una vivacidad y aroma que está ganando popularidad entre los consumidores estadounidenses.

La temporada otoñal revelará los vinos australianos, específicamente los provenientes de Barossa, que se caracterizan por sus antiguos viñedos, algunos de más de 160 años. Gracias a sus excepcionales condiciones de suelo y clima, estos caldos muestran un perfil distintivo que los diferencia de los europeos, con una complejidad que los amantes del vino realmente aprecian.

Finalmente, el ciclo concluirá con una celebración de la garnacha francesa, donde se presentarán vinos de ‘Chateau de Beaucastel’, que cultivando con un enfoque en el respeto ambiental, se convierte en un testimonio del legado vinícola que se ha preservado a lo largo de las generaciones.

Este ciclo se perfila, entonces, no solo como una expresión de la diversidad vitícola mundial, sino también como un homenaje a la riqueza cultural y tradiciones que el vino representa en nuestras raíces. Un verdadero viaje a través de la garnacha, que sin duda, dejará un profundo impacto en todos los asistentes.