La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, ha finalizado su recorrido por las entidades de investigación científica en la provincia de Huesca con las visitas al Centro de Ciencias 'Pedro Pascual' en Benasque y al Centro de Investigación y Experimentación en Truficultura (CIET) en Graus.
El Centro de Ciencias 'Pedro Pascual' lleva tres décadas de éxito promoviendo investigaciones y avances científicos como la creación de Internet o el descubrimiento del genoma humano mediante conferencias, congresos, jornadas y grupos de trabajo en el medio rural de España. Además, reciben financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación y respaldo del Gobierno de Aragón y la Diputación Provincial de Huesca.
El presidente de la DPH, Miguel Gracia, ha destacado que es un organismo que "sitúa a la provincia de Huesca en el mapa mundial" y demuestra la importancia de descentralizar instalaciones y servicios para lograr un reequilibrio territorial. El centro del 'Pedro Pascual' es único hasta ahora en España por su modelo de lucha contra el reto demográfico en el medio rural y está reconocido en toda Europa y en Estados Unidos y Japón, atrayendo turismo especializado.
El director del centro, Manuel Asorey, ha explicado que es común que investigadores reconocidos y prestigiosos de universidades como King's College London, Queen Mary University of London, University of Mississippi y Universidad de Ámsterdam visiten el centro con frecuencia. El impacto del centro en el valle va más allá del sector científico, y se estima una reversión directa de un millón de euros al año, contribuyendo a fijar población gracias a su plantilla de trabajadores permanentes altamente cualificados y a la afluencia turística en verano.
El otro lugar de interés que visitó la ministra fue el CIET en Graus, que desde su creación en 2009 se ha convertido en el principal punto de interés en España para el estudio del hongo y un elemento importante para la dinamización económica de la villa y su entorno. Es una apuesta de la Diputación Provincial de Huesca por el cultivo de la trufa y la recuperación de terrenos poco aptos para otro tipo de producción.
La economía rural puede vincular la producción agroalimentaria con la investigación para ser "referentes en el ámbito nacional e incluso europeo en este y en otros ámbitos", ha afirmado Miguel Gracia. El CIET cuenta con más de 1,500 hectáreas de cultivo y la implicación directa de cerca de 400 truficultores. Se hace necesaria una estrecha colaboración con el sector privado y con colectivos como la Asociación de Recolectores y Cultivadores de Trufa de Aragón.
Entre los servicios que se prestan desde el CIET destacan el asesoramiento a truficultores, el análisis de trufas, el de plantones micorrizados, la detección de micorrizas de 'Tuber melanosporum' en plantaciones y la evaluación del estado de micorrización de las mismas, así como labores de formación e investigación aplicada. Participa en diversos proyectos de alcance supranacional como 'H2020 Intact' en torno al uso sostenible de esta producción, vigente en la actualidad. Promueve el intercambio temporal de personal investigador entre 17 entidades beneficiarias, incluyendo el propio CIET, el Centro de Innovación y Tecnología Agroalimentaria y la empresa grausina Aragotruf, dedicada al viverismo, la truficultura y la venta de trufa y productos trufados.
Durante su visita, Morant estuvo acompañada por los alcaldes de las respectivas localidades donde se ubican los centros, José Ignacio Abadías en Benasque y Gema Betorz en Graus. También estuvo presente el presidente de la Comarca de Ribagorza, Marcel Iglesias.
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