HUESCA, 21 de abril. La Guardia Civil ha intensificado sus operaciones de rescate en el Pirineo aragonés durante el reciente Puente de Semana Santa, realizando un total de ocho intervenciones que beneficiaron a 17 montañeros. La principal causa de los rescates fue la fatiga y la falta de preparación de los excursionistas, así como algunos incidentes de caídas.

El día con mayor actividad para los equipos de rescate fue el viernes 18 de abril, cuando se llevaron a cabo cuatro operaciones distintas. En una de ellas, se rescató a un grupo de cuatro barranquistas, con edades comprendidas entre 32 y 53 años, provenientes de diversas ciudades como Gerona, Huesca, Tarragona y Barcelona. Estos deportistas se habían visto obligados a pasar la noche en el Barranco del Bozo, en Bujaruelo (Huesca) debido al cansancio y al frío extremo que padecían.

El agotamiento también fue la razón detrás de la solicitud de auxilio de un esquiador de 58 años residente en Villasevil (Cantabria), quien se encontraba cerca del refugio de la Renclusa, en Benasque (Huesca) en el momento de su rescate.

En otras dos operaciones del mismo día, los rescatistas atendieron a un senderista de 68 años que sufrió un traumatismo craneoencefálico y laceraciones leves en la cara norte de Castillo Mayor, en Puértolas (Huesca), así como a una esquiadora de 27 años de Balaguer (Lérida), quien resultó lesionada en una rodilla en la zona de Plan Aigualluts. Ambos fueron trasladados al Hospital de Barbastro para recibir atención médica.

El jueves 17 de abril, dos montañeros de 38 y 31 años, originarios de Vitoria y Ávila respectivamente, necesitaban ser rescatados por el GREIM de Panticosa y la Unidad Aérea de Huesca debido a su miedo a un posible accidente en las cercanías de Peña Telera, en Piedrafita de Jaca (Huesca). La preocupación por el riesgo de desprendimiento de hielo impidió continuar su marcha.

El sábado 19, los Grupos de Rescate Especial de la Guardia Civil ayudaron a dos senderistas de 38 y 36 años, provenientes de San Cristóbal de la Laguna en Santa Cruz de Tenerife, y Callosa d'en Sarrià en Alicante. Estos excursionistas se vieron obligados a refugiarse en el refugio de Lavasar, en Plan (Huesca) por una inesperada nevada, resultado de no haber consultado previamente el parte meteorológico. Posteriormente, fueron trasladados en un vehículo oficial hasta el camping Los Vives, en el valle de Chistau.

Además, otros cuatro senderistas, que incluían a dos mujeres de 22 y 32 años, originarias de Villafranca del Penedés (Barcelona) y de nacionalidad colombiana, así como dos jóvenes varones de 21 y 24 años, de nacionalidad peruana, fueron evacuados en helicóptero. Su rescate fue necesario debido a la fatiga y las adversas condiciones climáticas que encontraron en la zona de la Casita Blanca, en Canfranc (Huesca).

Finalmente, el GREIM de Benasque, junto a la Unidad Aérea y un médico del 061, atendieron a dos montañeros de 32 años, que residían en Madrid y Barbastro, después de que uno de ellos cayera y sufriera varias contusiones en un brazo y rasguños en el rostro. Tras recibir la asistencia necesaria, ambos fueron conducidos hasta sus vehículos estacionados en el área.