Esta semana, Zaragoza fue el escenario de un significativo evento organizado por la Comandancia de la Guardia Civil, donde se reconoció la valentía y profesionalismo del cuerpo al otorgarles la Medalla de Aragón. Este galardón fue especialmente concedido en agradecimiento por su media en las labores de emergencia tras los devastadores efectos de la dana que azotó a Catarroja, en Valencia.

Durante este acto, se subrayó la misión de servicio público y la solidaridad que caracteriza a la Guardia Civil, elementos fundamentales que destacan en momentos críticos como el vivido en Catarroja. La ceremonia no solo celebró a los homenajeados, sino que también reafirmó el compromiso de la institución con la seguridad de la sociedad.

El evento dio inicio con las palabras del general jefe de la Guardia Civil en Aragón, Antonio Orantos, quien dio la bienvenida a diversas autoridades presentes y resaltó la relevancia del reconocimiento para todos los miembros del cuerpo. Este tipo de distinciones es fundamental para mantener el espíritu de servicio y entrega dentro de la institución.

Asistieron al acto figuras destacadas, entre ellas el consejero de Hacienda, Interior y Administración Pública, Roberto Bermúdez de Castro, así como el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán. También estuvieron presentes el coronel jefe del Sector de Tráfico, José Luis Díaz Sánchez, y el director general de Interior, Miguel Ángel Clavero, entre otros representantes gubernamentales.

En su intervención, el consejero Bermúdez de Castro resaltó que la Guardia Civil encarna los valores que sustentan esta distinción: el compromiso, la dedicación y el servicio a la comunidad. Su actuación en Catarroja no pasó desapercibida y, según sus palabras, “merece el reconocimiento de toda la sociedad aragonesa”.

El consejero añadió que la Medalla de Aragón es una forma de honrar la labor diaria de la Guardia Civil, reconociendo su entrega y esfuerzo por mantener la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos en la comunidad. Este tipo de reconocimientos no solo alienta a los cuerpos de seguridad, sino que también sirve para fortalecer la confianza pública en estas instituciones.

La intervención en Catarroja fue crítica, dado que las fuertes lluvias provocaron inundaciones que dejaron a muchas familias en una situación vulnerable y aislada. Los agentes de la Guardia Civil realizaron rescates en áreas anegadas, evacuando a personas mayores y niños, y aseguraron el suministro de alimentos y medicamentos para los afectados. Su pronta respuesta fue decisiva para reducir riesgos y salvaguardar a los vecinos en una emergencia de tal magnitud.

Este homenaje se inscribe dentro de una serie de reconocimientos que el Gobierno de Aragón ha otorgado de manera histórica a los cuerpos de seguridad, reforzando así el papel crucial que juegan en momentos de crisis y emergencias, al tiempo que promueve la cooperación entre las instituciones y el respaldo a la protección del ciudadano.

La Medalla de Aragón se erige como un símbolo del agradecimiento colectivo hacia aquellos que, con dedicación y profesionalidad, se esfuerzan para proteger vidas y bienes en circunstancias críticas.

El evento concluyó de manera solemne con tres momentos significativos: un homenaje a quienes han dado su vida por España, un reconocimiento a las víctimas de la dana y una ofrenda floral en el monolito de la Comandancia de la Guardia Civil en Zaragoza, reafirmando así el respeto y la memoria hacia todos aquellos que han sacrificado por el bien común.