TERUEL, 21 de agosto. La Guardia Civil ha llevado a cabo un exitoso operativo que ha dado como resultado la desarticulación de una organización dedicada a la caza furtiva, logrando la detención de tres individuos que estarían implicados en un delito contra la fauna en la Sierra de Albarracín, en Teruel. Estos sujetos fueron sorprendidos disparando contra una manada de ciervos, logrando abatir a uno de ellos.

Los sucesos ocurrieron el 10 de agosto, cuando miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de Teruel pusieron en marcha una intervención en la Reserva de Caza Montes Universales tras recibir información sobre actividades ilegales en la zona.

La investigación se inició tras la detección de los furtivos por parte de los Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón, quienes, junto a los guardas de la reserva, pudieron identificar el vehículo en que se desplazaban estas personas, observando su circulación por las carreteras que atraviesan el terreno cinegético.

En torno a la una de la madrugada, los guardas de la reserva avistaron a los furtivos disparando desde su vehículo a los ciervos situados cerca de la carretera A1512, que conecta las localidades de Torres de Albarracín y Tramacastilla, abatiendo a uno de los animales con un solo tiro.

Uniformados, los agentes del SEPRONA lograron interceptar el vehículo y realizar la identificación de los tres ocupantes. Todos ellos son españoles, con edades que oscilan entre los 25 y 38 años, y provienen de las provincias de Albacete, Almería y Granada.

Durante la intervención, uno de los detenidos portaba un rifle marca Bergara calibre 308 Winchester, que contaba con un visor nocturno, algo ilegal en la comunidad de Aragón para actividades cinegéticas. Además, el arma estaba cargada y lista para ser utilizada, con un cartucho en la recámara.

Los agentes hallaron un silenciador que había sido desechado por los furtivos al darse cuenta de la presencia de las autoridades, y también se localizó un segundo rifle marca Bergara calibre 243 Winchester, que igualmente poseía un silenciador, ambos violando el Reglamento de Armas y Explosivos en vigor.

Diverso equipo ilícito, incluyendo visores, linternas y cuchillos de caza, fue incautado junto con las armas. Como resultado de estos hallazgos, se procedió a la detención de los sospechosos, quienes han sido acusados formalmente de un delito contra la fauna, con el caso siendo presentado ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel.

El operativo fue el fruto de la colaboración entre los Agentes del SEPRONA de la Guardia Civil y los Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón, así como el personal de guardería de la propia reserva. En estos meses de verano, se han reforzado las acciones contra la caza furtiva, con el objetivo de proteger la fauna y preservar el entorno natural, según lo informado por la Benemérita en su comunicado oficial.