El 26 de agosto, en Teruel, agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil realizaron una intervención significativa en la carretera N-211, donde un radar instalado en el kilómetro 204,950 reveló un caso alarmante de velocidad: un vehículo fue captado circulando a nada menos que 193 km/h, muy por encima del límite establecido de 90 km/h en esa vía.

Este comportamiento constituye un delito de exceso de velocidad, tipificado en el artículo 379.1 del Código Penal vigente, dado que el conductor superó el límite permitido por más de 80 km/h en una carretera interurbana. La infracción pone de manifiesto un desprecio por las normas de circulación, las cuales están diseñadas para proteger tanto a los conductores como a los peatones.

El Equipo de Investigación de Siniestros Viales del Subsector de Tráfico asumió la responsabilidad de elaborar las correspondientes diligencias en este caso. Las acciones de este equipo son cruciales para investigar incidentes y asegurar que se respeten las normativas de seguridad vial.

Debido a la gravedad de la infracción cometida, el pasado sábado 23 de agosto el conductor fue llevado ante el Juzgado de Instrucción de Alcañiz en calidad de investigado. Enfrentará serias consecuencias, que pueden incluir una pena de prisión de tres a seis meses, una multa de entre seis y doce meses, o trabajos comunitarios de 31 a 90 días. Además, podría ser despojado del derecho a conducir durante un periodo que varía entre uno y cuatro años.

Es importante señalar que la velocidad excesiva se erige como una de las principales causas de accidentes en España. Conducir a altas velocidades incrementa significativamente las posibilidades de pérdida de control sobre el vehículo, lo que, a su vez, eleva el riesgo de un siniestro vial. Por esta razón, las Unidades de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil mantienen una vigilancia constante para asegurar el cumplimiento de las normativas viales y proteger la seguridad en las carreteras.