En un lamentable episodio que ha sacudido a la comunidad de Villafranca de Ebro, la Guardia Civil se encuentra inmersa en una minuciosa investigación, respaldada por un equipo especializado en la investigación de incendios procedente de Logroño. Su misión es esclarecer los detalles del siniestro que tuvo lugar en la residencia psicosocial para adultos mayores de esta localidad, según han comunicado fuentes a Europa Press.
El trágico incendio se desató en una de las habitaciones de la residencia durante la madrugada del pasado viernes, tomando como eje central una investigación conducida por la sección de Criminalística de la Guardia Civil. Este devastador incidente dejó un saldo fatídico de diez residentes fallecidos y otros dos heridos graves, quienes fueron enviados de inmediato al Hospital Royo Villanova para recibir atención médica urgente.
La emergencia fue reportada a las 4:57 horas del viernes a través de una llamada al 112, informando sobre un incendio en este centro especializado en el tratamiento de la demencia y la salud mental de personas mayores, situado en la calle Alfonso Bes Labarta. Durante la primera intervención, dos trabajadoras de la residencia, apoyadas por vecinos, estuvieron al frente de la evacuación de los residentes afectados.
En respuesta al siniestro, se movilizaron al lugar de los hechos un total de 25 bomberos del Ayuntamiento de Zaragoza, junto con tres tanques, una autoescala, una ambulancia, un puesto de mando avanzado y un vehículo de mando. Posteriormente, se sumaron a las labores de extinción un autobús, una bomba nodriza pesada y un furgón con útiles de emergencia.
Los valientes bomberos dedicaron alrededor de una hora a dominar las llamas, y al ingresar en el edificio, se encontraron con los cuerpos sin vida de algunos residentes. La causa del fallecimiento ha sido determinada como inhalación de humo, ya que el fuego se limitó a la habitación donde se originó, la cual contaba con una puerta cortafuegos que evitó la propagación a otras áreas del establecimiento.
En el momento del siniestro, la residencia Jardines de Villafranca albergaba a 69 internos, aunque en condiciones normales tiene capacidad para 72 personas. Cabe destacar que uno de los usuarios se encontraba en el hospital en ese instante. Del total de residentes, 32 están convenidos con el Gobierno de Aragón, y 15 de ellos son personas tuteladas.
Los 57 residentes que lograron salir ilesos del incidente fueron trasladados durante la mañana del viernes a la residencia Vitalia en Huesca. Este nuevo centro, que aún se encuentra en fase de apertura, ha acogido a todo el personal de la residencia original para asegurar que los ancianos continúen recibiendo la atención de quienes ya conocen.
En solidaridad con las víctimas, el mismo día del siniestro se guardó un minuto de silencio en las puertas del Ayuntamiento de Villafranca de Ebro. Este emotivo homenaje contó con la presencia de figuras destacadas como la consejera de Bienestar Social y Familia del Gobierno de Aragón, Carmen Susín, y la alcaldesa, Volga Ramírez, entre otros representantes de la comunidad.
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