
En un importante avance para la salud pública, un grupo de investigadores de la Universidad de Zaragoza ha sido parte esencial en la creación del primer mapa municipal de mosquitos invasores en España. Este ambicioso proyecto ha sido posible gracias a dos décadas de vigilancia, cocinando un esfuerzo colaborativo que identifica tres especies invasoras: el temido mosquito tigre, el mosquito del Japón y el portador de la fiebre amarilla.
En términos preocupantes, se estima que dos tercios de la población española se encuentran en riesgo de ser picados por el mosquito tigre. Además, un alarmante 22% de los municipios en España, es decir, 1.813 de los 8.132 existentes, ya han sido invadidos por al menos una de las especies mencionadas.
El trabajo ha sido un esfuerzo mancomunado de 42 investigadores de 33 instituciones académicas y sanitarias. Los científicos de la Universidad de Zaragoza, afiliados al Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2), han desempeñado un rol clave en esta investigación, que ahora se publica en la revista 'Insects', abarcando una extensa recopilación de datos obtenidos a lo largo de 20 años de monitoreo.
Esta investigación marca un hito al ofrecer un mapa que detalla la distribución de estas tres especies a nivel municipal en España. Para ello, se han integrado múltiples fuentes de información, destacando así el valor de la participación ciudadana a través de la app Mosquito Alert, que ha complementado la labor científica con datos aportados por los ciudadanos.
El proyecto ha sido liderado por Roger Eritja, experto en entomología, junto a Frederic Bartumeus, co-director de Mosquito Alert. De la Universidad de Zaragoza también han formado parte del equipo Sarah Delacour-Estrella, Ignacio Ruiz-Arrondo y Javier Lucientes-Curdi, quienes han estado al frente de diversas iniciativas de vigilancia entomológica a nivel nacional.
Las cifras recopiladas del periodo 2004-2024 revelan que 1.813 de los 8.132 municipios españoles tienen ya presencia de especies invasoras de mosquitos, un dato preocupante que refleja la extensión de estos vectores de enfermedades. Este análisis incluye datos recolectados no solo por los investigadores, sino también por las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, lo que convierte la investigación en un esfuerzo colectivo significativo.
Por otro lado, se han registrado más de 110,000 observaciones realizadas por cerca de 33,000 ciudadanos que han utilizado la aplicación Mosquito Alert. Esta herramienta combina la rapidez de la inteligencia artificial para clasificar las fotos de mosquitos con la meticulosidad de expertos en la materia.
El mosquito tigre es, con diferencia, el más común, encontrándose en 1.768 municipios, muchos de ellos entre los más poblados de España, exponiendo así a alrededor del 66,2% de la población a sus picaduras. En cuanto al mosquito del Japón, que fue identificado por primera vez en el país en 2018, ha sido detectado en 111 municipios del norte, cohabitando en 68 de ellos con el mosquito tigre. El mosquito responsable de la fiebre amarilla, por su parte, sigue siendo un riesgo mayormente asociado a las Islas Canarias.
La investigadora Sarah Delacour ha elogiado la dedicación de la Universidad de Zaragoza en la recolección de datos desde 2008, lo que permite una vigilancia más eficaz de los mosquitos invasores y sus implicaciones para la salud pública, con el apoyo del Ministerio de Sanidad.
Este nuevo mapa representa la primera vez que se incluye la participación ciudadana de manera oficial en la vigilancia de estas especies, con contribuciones que alcanzan hasta un 31,8% de las detecciones cuando se compara con los muestreos de campo tradicionales. De esta forma, la ciencia ciudadana ha demostrado ser un recurso invaluable, permitiendo un seguimiento más efectivo en siete comunidades autónomas.
Importante también es mencionar que la ciencia ciudadana a través de Mosquito Alert ha sido recientemente integrada al Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores, situando a España a la vanguardia en Europa al incorporar a los ciudadanos dentro del sistema de vigilancia sanitaria.
La combinación de esfuerzos ciudadanos y profesionalización en la recolección de datos no solo optimiza recursos, sino que también agiliza el proceso de alerta ante posibles brotes. Este es un modelo de vigilancia que se presenta como un recurso adaptable y económico frente a las amenazas que representan estas especies invasoras.
Finalmente, se exhorta a la sociedad a seguir colaborando con las investigaciones en torno a los mosquitos a través de la aplicación Mosquito Alert, facilitando así la labor de los científicos y las autoridades en la protección de la salud pública en España.
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