Crónica Aragón.

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El Rey asiste al European Tactical Airlift Centre en Zaragoza en su debut en el evento.

El Rey asiste al European Tactical Airlift Centre en Zaragoza en su debut en el evento.

ZARAGOZA, 10 de septiembre – En un evento sin precedentes, Su Majestad el Rey ha hecho su primera aparición en el European Tactical Airlift Centre (ETAP-C), que se lleva a cabo en la Base Aérea de Zaragoza. Este centro se dedica a la formación de personal militar de diversas naciones en el ámbito del transporte aéreo táctico.

El Rey Felipe VI llegó a la Base en un helicóptero del Ejército del Aire, donde fue recibido por la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el general Francisco Braco, Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio, quien ha pasado 16 años en el Ala-31. Tras los saludos protocolarios, el Rey se dirigió a los aproximadamente 250 militares de ocho países que están participando en el curso, dirigiéndoles unas breves palabras en inglés.

La formación en la que participa Su Majestad es parte de un programa más amplio que incluye a 14 naciones, y tiene especial relevancia considerando que otros países también se han sumado al proyecto. Posteriormente, el Rey asistió a una sesión informativa donde pudo conocer a fondo las actividades de capacitación que se están desarrollando. La visita concluyó con un vuelo táctico a bordo de un T.23, que partió de Zaragoza hacia el Aeródromo Militar de Ablitas, en Navarra.

Según explicó el comandante del Ejército del Aire, Juan Silva, el vuelo es parte de un ejercicio que implica una preparación táctica previa. Este ejercicio busca simular una evacuación de personal no combatiente en un escenario que recuerda situaciones recientes en lugares como Kabul o Sudán. "Estamos hablando de un entorno en conflicto y de la misión de realizar un desembarco paracaidista para asegurar una zona no preparada", indicó el comandante Silva.

Los cursos del ETAP-C también abarcan formaciones para misiones en contextos aún más desafiantes, incluyendo el manejo de amenazas aire-aire. Esto prepara a las tripulaciones para operar eficientemente en territorio enemigo, donde deben evitar ser detectados y saber cómo solicitar apoyo de cazas cuando se encuentren bajo amenaza, algo que el comandante detalló con precisión.

Desde su inicio en 2017, el European Tactical Airlift Centre ha capacitado a más de 100 tripulaciones y 120 instructores, acumulando más de 3,800 horas de vuelo en ejercicios en conjunto. Aunque el programa está abierto a los países europeos, su alcance se extiende más allá de la Unión Europea, integrando a naciones de la OTAN como Noruega y Austria.

El comandante Silva destacó que los cursos no son solo sesiones de vuelo convencionales, sino que capacitan a los alumnos en situaciones límite dentro de un entorno controlado. Esto les permite experimentar y aplicar procedimientos en escenarios configurados con amenazas y diferentes tipos de carga, asegurando así que están listos para afrontar los desafíos más severos en misiones reales.

El curso, de tres semanas, consta de una fase preparatoria y dos semanas de misiones de vuelo. Cada año se realizan cuatro cursos, dos de ellos en Zaragoza, uno en Francia y otro itinerante que rota entre Portugal, Bulgaria y otros países participantes. En este contexto, también se forman instructores que imparten la enseñanza en naciones como Alemania, Italia y Francia.

El ETAC no solo tiene el cometido de formar, sino que también juega un papel crucial en la estandarización de procedimientos entre las fuerzas aéreas europeas, consolidando a Zaragoza como un líder en formación en transporte aéreo táctico. Originalmente formado por 11 naciones, se ha expandido para incluir a Rumanía, Austria y Lituania, sumando un total de 14 países interesados en colaborar en este ámbito.

Desde 1978, el Ala 31 ha desempeñado misiones significativas en respuesta a desastres naturales, conflictos y operaciones de ayuda humanitaria, como la reciente asistencia enviada a Gaza. El capitán Alberto Lara, del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo, explicó que existen diferentes métodos para realizar lanzamientos de carga dependiendo del tipo y peso del material, utilizando paracaídas extractor o gravedad según se requiera.

En el curso 'ETAP Charly', los alumnos trabajan en conjunto con una célula llamada Paracel, que proporciona los apoyos reales necesarios para realizar las operaciones planificadas. Esta formación asegura que tanto pilotos como supervisores de carga estén adecuadamente preparados para situaciones similares a las que podrían enfrentar en misiones reales, subrayando la importancia de la colaboración multinacional en el ámbito de la defensa.

El capitán Lara concluyó resaltando la importancia de que la formación sea lo más parecida posible a las situaciones reales que los participantes enfrentarán en futuras operaciones, reforzando los lazos y la cooperación entre las distintas fuerzas aéreas implicadas.