El embalse de Almudévar asegura la confianza en el riego del Alto Aragón, uno de los más eficientes.
HUESCA, 30 de octubre. En una reciente jornada dedicada a los sistemas de riego del Alto Aragón, se ha reafirmado el papel crucial que desempeñará el embalse de Almudévar en la agricultura de la zona. Dolores Pascual, directora general del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, indicó que esta infraestructura será fundamental para consolidar uno de los regadíos más sólidos del país.
Pascual destacó que en este momento se están realizando trabajos en la instalación de una línea eléctrica destinada al bombeo y turbinado de agua desde el embalse. Sin embargo, advirtió que la finalización de esta importante obra hidráulica aún llevará tiempo y no estará operativa en el corto plazo.
La responsable del agua explicó que la electrificación del sistema es un proceso que requerirá entre dos y tres años, además de la elaboración de los planes necesarios para su puesta en carga, lo que prolongará aún más la espera.
Con la llegada del embalse, Riegos del Alto Aragón se enfrenta a un desafío significativo: integrarlo en la gestión del sistema y coordinar su uso con otros usuarios fuera de su red. La efectividad de este sistema no se medirá únicamente en capacidad, sino también en su equilibrio ante las diversas demandas de agua en la región.
Pascual confió en que la incorporación de los 170 hectómetros cúbicos de almacenamiento del embalse permitirá armonizar casi por completo la capacidad de regulación del sistema con las necesidades de riego, posicionando a Alto Aragón como uno de los regadíos más eficientes del país.
El presidente de Riegos del Alto Aragón, José Antonio Pradas, se mostró optimista, señalando que el sistema actualmente utiliza agua por debajo de su capacidad asignada. Con un consumo aproximado de 7.500 metros cúbicos por hectárea, notablemente inferior a los 9.359 metros cúbicos previstos en este ciclo de planificación, la modernización y eficiencia se han convertido en prioridades para el sistema de riego.
Pradas expresó su deseo de que el llenado del embalse de Almudévar se realice lo más pronto posible. Mencionó que se había firmado un convenio que establece un plazo de 36 meses para este proceso, el cual considera un horizonte optimista, y exhortó a la colaboración de todos los implicados para poner en marcha el protocolo de llenado.
La directora general también felicitó a los regantes locales por su labor, aunque subrayó la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades climáticas, enfatizando que es esencial "hacer más con menos", y alcanzar los estándares de eficiencia hídrica establecidos por la Unión Europea.
El cierre de la jornada estuvo a cargo de Javier Rincón, consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, quien reflexionó sobre una contradicción aparente: a pesar de un año de precipitaciones excepcionales, los embalses sólo alcanzan el 50% de su capacidad. Rincón instó a analizar cómo es posible que no estemos asegurando el agua en años de abundancia, lo que es crucial para enfrentar futuros períodos de sequía.
Este cuestionamiento sobre la gestión hídrica en el contexto actual del cambio climático resuena con la necesidad de un enfoque más estratégico y eficaz, para garantizar que la agricultura y el suministro de agua se mantengan sostenibles a largo plazo.
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