En la ciudad de Huesca, la situación se ha vuelto crítica para los residentes de cuatro bloques de viviendas ubicados en la plaza de San Clara, específicamente en los números 1, 2, 3 y 4. Aproximadamente 200 personas, distribuidas en 77 apartamentos, deberán ser desalojadas debido a un inminente riesgo de colapso de los edificios, una decisión que ha despertado preocupación entre los habitantes de la zona.

El Ayuntamiento de Huesca ha tomado la iniciativa de coordinar el desalojo junto a las comunidades de propietarios, implementando un sistema que permitirá a los vecinos recoger sus pertenencias esenciales de manera ordenada. Además, se han activado servicios de apoyo social y del área de Desarrollo para ofrecer opciones de realojo a aquellos afectados que carezcan de alternativas habitacionales.

A fin de gestionar esta emergencia, el Consistorio ha declarado el nivel 1 de emergencia y ha puesto en marcha el Centro de Coordinación de Emergencias (CECOPAL). Un puesto de mando avanzado se establecerá en la misma plaza para garantizar que el proceso se desarrolle de manera eficaz y se brinde asistencia a los vecinos en el lugar.

La causa principal de esta problemática se encuentra en la comprometedora pérdida de estabilidad de los pilares que sostienen los edificios, provocada por un fenómeno de carbonatación que ha afectado la armadura del hormigón. Esta situación ha puesto en alerta a las autoridades, que han reaccionado con rapidez.

Los inmuebles, construidos en 1964 y 1965, habían superado anteriormente las inspecciones técnicas necesarias. Sin embargo, el recentísimo hallazgo de problemas estructurales surgió a raíz de labores realizadas en un local de la planta baja del edificio número 4.

De acuerdo con el análisis realizado por los expertos, se ha confirmado que la mayoría de los pilares de la planta baja presentan daños significativos. Así, el Ayuntamiento, a través de sus oficinas de Urbanismo y Secretaría, ha activado el procedimiento administrativo que llevará al desalojo de los residentes, en base a un informe emitido por el arquitecto encargado de la propiedad.

La Policía Local y el equipo de servicios sociales serán los responsables de llevar a cabo la notificación formal del desalojo. Por su parte, las comunidades de vecinos ya han comenzado a informar a sus residentes sobre la difícil situación que enfrentarán en los próximos días.