En un acto conmemorativo celebrado en Zaragoza, el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, subrayó la importancia de defender lo público como forma de proteger los logros sociales alcanzados. Su intervención marcó la celebración del 47 aniversario de la Constitución española, que fue ratificada el 6 de diciembre de 1978.

Durante su discurso en el salón de actos de la Delegación del Gobierno, Beltrán destacó la relevancia histórica de la Constitución de 1978, una de las más duraderas de la historia de España, junto a la de 1876, resaltando el camino recorrido desde entonces.

En su mensaje, el delegado hizo hincapié en el significado de aquel día en que la sociedad española, a pesar de sus diferencias, logró llegar a un consenso para establecer un marco de convivencia que ha garantizado una mayor estabilidad y la recuperación de derechos perdidos. Aprecio a la igualdad, el derecho a una vivienda digna y la seguridad como aspectos fundamentales de esta conquista social.

Beltrán continuó reflexionando sobre el acuerdo alcanzado por los "padres de la Constitución", quienes diseñaron un texto que debe representar a todos los ciudadanos. Mencionó cómo este documento promueve la legitimidad democrática y el respeto al Estado de Derecho, así como la protección de los derechos fundamentales de la ciudadanía.

En un contexto marcado por la incertidumbre política actual, el delegado remarcó la valentía de los españoles al optar por un sistema democrático, el cual ha transformado a España en un país avanzado y tolerante. Este camino, según Beltrán, es lo que se debe celebrar en este aniversario.

El delegado también advirtió sobre los peligros de la nostalgia por un pasado que muchos consideran problemático, recordando una era en la que el acceso a la educación superior era exclusivo de unos pocos, y las mujeres enfrentaban severas limitaciones en sus derechos. Reiteró la importancia de no retroceder a esas condiciones pasadas, caracterizadas por la censura y la desigualdad de oportunidades.

Aprovechando esta conmemoración, Beltrán hizo un llamado a la juventud para que comprendan que los derechos conquistados no deben darse por sentado, ya que son vulnerables y pueden estar bajo amenaza en el presente. Comentó sobre los riesgos que representan fenómenos como la privatización excesiva y la propagación de discursos de desprecio hacia los nuevos españoles.

El delegado reafirmó el compromiso del Gobierno de proteger la democracia y los derechos fundamentales, defendiendo la Constitución como un legado que pertenece a todos los españoles, excluyendo cualquier intento de apropiación por parte de partidos políticos. Destacó que la Constitución de 1978 ofrece una visión moderna en cuanto a derechos y libertades.

En su intervención, también abogó por la necesidad de actualizar la Constitución para asegurar que todos los ciudadanos tengan un lugar en la sociedad. Recordó que, desde su ratificación, han habido tres reformas, siendo la más reciente la modificación del artículo 49 para eliminar el término ‘disminuidos’, lo cual representa un paso hacia la inclusión social. Enfatizó la existencia de desafíos urgentes como el cambio climático y la violencia de género.

Fernando Beltrán cerró su discurso con la firmeza de que no se puede dar marcha atrás en avances fundamentales, subiéndose a la línea del Gobierno de Pedro Sánchez, que se alinea con los valores constitucionales y la libertad inherente a la sociedad española.

Previo a su intervención, se llevaron a cabo lecturas de varios artículos de la Constitución por diferentes representantes en el acto, incluyendo al secretario general de la Delegación y miembros de las fuerzas armadas, mostrando un reconocimiento conjunto de los principios fundamentales que rigen la vida en democracia.

Las lecturas abarcaron temas que van desde la organización del Gobierno hasta aspectos fundamentales como la dignidad humana y los derechos de los ciudadanos extranjeros, reflejando la diversidad y la inclusión que se promueven en la Constitución. Bajo esta atmósfera de reflexión, el aniversario sirvió como un recordatorio del valor de la democracia y el compromiso continuo con los derechos ciudadanos en España.