Crónica Aragón.

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Chueca lanza nueva planta de reciclaje de residuos orgánicos en CTRUZ, con 13 millones en inversión.

Chueca lanza nueva planta de reciclaje de residuos orgánicos en CTRUZ, con 13 millones en inversión.

El 20 de junio, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, dio un importante paso hacia la sostenibilidad al presentar la nueva línea de tratamiento destinada a la gestión de residuos orgánicos. Esta iniciativa, que se implementará en el Complejo de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ), permitirá transformar los desechos recogidos en contenedores específicos en compost de gran calidad, un claro ejemplo de la economía circular en acción.

Chueca estuvo acompañada por varias autoridades, entre ellas, la consejera de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, la consejera de Hacienda y Fondos Europeos, Blanca Solans, y la directora general de Calidad Ambiental del Gobierno de Aragón, María Martínez. También participó el CEO de Urbaser, Fernando Abril Martorell, lo que destaca la importancia de la colaboración público-privada en esta ambiciosa iniciativa.

La inversión total para este proyecto asciende a unos 13 millones de euros, de los cuales 4,6 millones provienen de ayudas de los Fondos Europeos, gestionados por el Gobierno de Aragón en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El resto de la financiación ha sido inicialmente cubierta por la UTE Ebro, una unión temporal entre Urbaser y Vertresa, mientras que el Ayuntamiento reembolsará esta cantidad ajustando el canon de concesión hasta 2031, año en que la planta pasará a ser propiedad municipal.

En su discurso, Natalia Chueca subrayó la relevancia de esta nueva línea, que complementa el programa de recuperación de residuos orgánicos iniciado hace dos años con la introducción de los nuevos contenedores de color marrón. Destacó que este proceso no solo producirá energía eléctrica, sino que además generará compost de alta calidad, útil tanto en áreas verdes de la ciudad como en la agricultura local.

La alcaldesa agradeció el compromiso de UTE Ebro en asociarse con el Ayuntamiento para llevar a cabo este desafío y no desaprovechar la oportunidad de crear esta instalación con la financiación europea. También resaltó la elevada calidad de los proyectos presentados por Zaragoza, lo que refleja el trabajo eficaz de los técnicos municipales y los beneficios que se derivan de una colaboración exitosa entre el sector público y privado.

Las previsiones indican que esta nueva infraestructura permitirá reducir las emisiones de CO2 en 2.802 toneladas al año, alineándose con el objetivo de Zaragoza de convertirse en una de las primeras Ciudades Climáticamente Neutras de Europa para 2030.

Desde la puesta en marcha de los contenedores de orgánica en Zaragoza, se ha observado un incremento constante en la recolección de biorresiduos. En 2024, se recolectaron 534 toneladas, cifra que ha crecido considerablemente, con 2.134 toneladas separadas tan solo entre enero y mayo de 2025, lo que demuestra una creciente implicación ciudadana en la separación de residuos.

Chueca confía en que los ciudadanos continuarán incorporando la separación de los residuos orgánicos en su rutina diaria. Aseguró que, aunque es un proceso gradual, está convencida de que Zaragoza mantendrá su fama de ser un modelo en la gestión de residuos, tal como lo ha demostrado con otras fracciones como el vidrio y el papel.

La construcción del CTRUZ incluyó una nueva instalación para recibir y procesar la materia orgánica recogida. El material será tratado y transportado a un digestor, donde se lleva a cabo un proceso anaeróbico que genera gas metano, usado para producir electricidad en la planta.

Este digestor, el número 5, se destina exclusivamente a la materia orgánica. Pasados 20 días, el material será deshidratado y higienizado antes de ser trasladado a la nave de maduración, donde se perfecciona el compost.

Un aspecto crucial de la nave de maduración es la construcción de un muro que separará el compost de alta calidad generado a partir de los residuos orgánicos del material bioestabilizado obtenido de la basura general, el cual no puede ser clasificado como compost de calidad. Finalmente, el producto será afinado y almacenado para su futura distribución.