Crónica Aragón.

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Carril-bici entre Plaza Europa y Delicias listo en tres meses.

Carril-bici entre Plaza Europa y Delicias listo en tres meses.

El 14 de abril, Zaragoza ha dado un paso fundamental hacia la mejora de la infraestructura ciclista de la ciudad, con el inicio de las obras de un nuevo carril-bici. Este proyecto, que conectará la plaza Europa con el barrio de Delicias a través de La Almozara, tiene un plazo de finalización de tres meses y ha requerido una inversión de 440.646 euros, financiados en parte por los fondos europeos gestionados por el Gobierno de Aragón dentro del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia, conocido como Next Generation.

El nuevo trayecto, que se extenderá por 1,4 kilómetros, transitará las calles Fray José Casanova y las avenidas Puerta Sancho y Pablo Gargallo, desembocando en la plaza Europa. Este punto de conexión permitirá a los ciclistas acceder de manera más sencilla a otros carriles-bici ya existentes, tales como los del puente de La Almozara y las avenidas María Agustín, Echegaray y Caballero, así como la avenida de Navarra.

La consejera municipal de Medioambiente y Movilidad de Zaragoza, Tatiana Gaudes, estuvo presente en el inicio de las obras, acompañada por David Sánchez, director general de Transportes del Gobierno de Aragón. Gaudes destacó que esta obra es una de las más esperadas, subrayando su importancia para mejorar la movilidad entre Delicias y La Almozara, y promoviendo así una movilidad sostenible en la ciudad, que ha visto un aumento en el uso de bicicletas.

David Sánchez también se pronunció al respecto, enfatizando que este tipo de infraestructuras no solo incentivan una movilidad más activa y saludable, sino que también contribuirán a la creación de zonas de bajas emisiones en el área metropolitana de Zaragoza. La infraestructura del nuevo carril-bici incluirá una plataforma exclusiva, separada del tráfico vehicular, lo que garantizará la seguridad y comodidad de los ciclistas.

El gobierno regional ha manifestado su compromiso en desarrollar estas infraestructuras. En este sentido, se han destinado más de 12 millones de euros a través del Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza, con el objetivo de extender una red de 39 kilómetros de carriles-bici e infraestructuras ciclables en la zona metropolitana.

El carril-bici propuesto será bidireccional, con una anchura de entre 2,5 y 3 metros. Se diseñará para estar completamente segregado del tráfico, con una separación de 45 centímetros, utilizando armadillos en blanco y negro como delimitación. Esta conexión se establecerá en la Avenida Soria y cruzará por varias calles para culminar en la Plaza Europa, donde se añadirá un espacio peatonal dedicado a facilitar el acceso a los vehículos estacionados.

Además, estas obras coinciden con la inminente inauguración del primer tramo de carril-bici que conectará Zaragoza y Utebo y el de la calle Puebla de Híjar, todos bajo el mismo marco de los fondos europeos. Ambas iniciativas son parte de la ampliación de la red ciclista urbana y de los caminos saludables en la ciudad.

En lo que respecta al servicio de bicicleta pública asistida, Bizi, en sus primeros tres meses ha registrado 30.386 usuarios, con 17.045 abonados anuales, superando las previsiones iniciales. Este servicio ha logrado atraer a más de 700.000 desplazamientos, cifrando 1,7 millones de kilómetros recorridos. Se aprecia un notable cambio de hábitos en la movilidad de Zaragoza, con un aumento significativo en el uso de bicicletas frente a vehículos de movilidad personal.

Anticipando la expansión del servicio Bizi por la ciudad, se espera que para el próximo otoño estén operativas 2.500 bicicletas y 271 estaciones, logrando así el máximo establecido en el contrato. En los primeros tres meses, cada bicicleta se ha utilizado, en promedio, 665 veces, con trayectos que promedian 11 minutos y 1,64 kilómetros de distancia, lo que revela un uso efectivo y eficiente dentro del tráfico urbano de Zaragoza.

El perfil del usuario es amplio, pero la mayoría se concentra entre los 19 y 29 años. Un dato notable es que el uso de Bizi los fines de semana decrece considerablemente al compararlo con los días de semana, reafirmando su función como medio de transporte cotidiano. Además, se han identificado horas pico en el uso del servicio, correlacionadas con horarios laborales y escolares, lo que indica un patrón consolidado de movilidad dentro de la ciudad.

En conclusión, el desarrollo de estas infraestructuras, junto con la promoción y mejora del servicio de bicicletas públicas, no solo posiciona a Zaragoza en la vanguardia de la movilidad sostenible, sino que también responde a la creciente demanda de alternativas de transporte más limpias y eficientes para sus ciudadanos.