El pasado viernes 10 de abril, las autoridades en Zaragoza llevaron a cabo la detención de un enfermero colombiano acusado de agresión sexual, quien había estado evadiendo la justicia desde 2017. Según informes, la víctima se encontraba en una situación de vulnerabilidad, lo que hace que el acto sea aún más condenable.

El incidente que motivó la condena del enfermero ocurrió en un centro de salud de Cali, Colombia, donde se aprovechó de su posición profesional para perpetrar dos ataques sexuales contra la paciente. A pesar de recibir una sentencia que lo condenó a más de 12 años de prisión, el individuo logró escapar de su país natal, lo que llevó a las autoridades colombianas a emitir una orden internacional de captura a través de Interpol.

La detención se produjo como resultado de una colaboración eficaz entre las fuerzas del orden internacional y locales. Tras su arresto en Zaragoza, se activaron los protocolos correspondientes que informaron a la Oficina Central Nacional de Interpol en España, la cual asumió el caso y lo envió al Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional para gestionar el proceso de extradición.

En virtud de las instrucciones del juez, este hombre fue trasladado al Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza, donde se llevará a cabo una videoconferencia con las autoridades madrileñas para avanzar en la tramitación del caso. Este suceso no solo pone de relieve la importancia del trabajo conjunto entre naciones en la lucha contra el crimen, sino que también reafirma el compromiso de las autoridades españolas hacia la protección de las víctimas de delitos sexuales.

La Policía Nacional ha subrayado la relevancia de esta operación, que da muestra del compromiso por parte de las fuerzas de seguridad con la justicia y la seguridad pública, enfatizando que no habrá impunidad para los que cometen este tipo de crímenes. Este tipo de intervenciones son fundamentales para garantizar que aquellos que buscan eludir la justicia enfrenten las consecuencias de sus acciones.