El consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, ha expresado su confianza en que la nueva planta de biogás de Zaidín (Huesca) resulte ser una inversión rentable, con la meta de continuar impulsando otras instalaciones similares que contribuyan a mejorar la agricultura, la ganadería y el medio ambiente en la comunidad.

Blasco hizo estas declaraciones durante la inauguración de la planta, la cual pertenece al Instituto Aragonés del Agua (IAA) y cuya concesión ha sido otorgada al Grupo Griñó, al que le deseó todo el éxito en su funcionamiento.

El consejero resaltó la importancia de este proyecto para Aragón, ya que contribuye a la mejora del medio ambiente al convertir purines y biorresiduos en fertilizantes, agua para riego y energía, beneficiando así al sector agropecuario.

Además, señaló que la planta de biogás marca un hito significativo en la región, ya que la inversión realizada tiene como objetivo principal obtener beneficios económicos a largo plazo.

En este sentido, Blasco mencionó que hay varios proyectos de plantas de biogás en Aragón en proceso de tramitación, lo que demuestra la conciencia del sector sobre la importancia de encontrar soluciones sostenibles para los residuos orgánicos.

En cuanto a la empresa concesionaria, el Grupo Griñó, su presidente ejecutivo, Joan Griñó, enfatizó que la planta tiene licencia para tratar una gran cantidad de biorresiduos y generará empleo para varias decenas de trabajadores, además de producir fertilizantes y energía.

Griñó también destacó la posibilidad de exportar energía a la red y aprovechar el agua tratada para riego, lo que representa un avance significativo en la gestión sostenible de los recursos.