La Policía Nacional ha llevado a cabo la detención de una mujer en Zaragoza, acusada de haber cometido presuntamente más de quince robos de joyas y efectivo, sumando un total que supera los 40.000 euros. Esta mujer, que trabajaba como asistenta en los hogares de sus víctimas, ya tenía un historial delictivo, habiendo sido arrestada en 2017 por situaciones similares.

Hasta el momento, se han recibido quejas formales de tres familias que empleaban sus servicios. En algunos casos, esta asistenta había estado trabajando para ellos durante más de dos años, ganándose su confianza. Sin embargo, los investigadores tienen motivos para creer que podría haber más víctimas que aún no han presentado denuncias.

La mujer enfrenta un total de dieciséis cargos por hurto, en los cuales se alega que se apoderó de joyas por un valor superior a los 40.000 euros. La primera víctima que notó la falta de sus pertenencias se comunicó rápidamente con otros afectados, quienes también habían contratado a la asistenta a través de recomendaciones mútuas.

Los tres denunciantes identificaron a la asistenta como la principal sospechosa en el robo de sus joyas. Esta acusación fue respaldada por las pruebas obtenidas por los investigadores, quienes rastrearon el rastro de las joyas, muchas de las cuales habían sido vendidas en tiendas especializadas en la compra de oro. Lamentablemente, aunque las víctimas lograron reconocer sus pertenencias, no pudieron recuperarlas porque habían sido fundidas tras el tiempo requerido por la legislación para mantenerlas en depósito.

Es relevante mencionar que la mujer, arrestada el pasado 11 de diciembre, ya había enfrentado la justicia en el año 2017 igual por delitos de esta naturaleza en otros hogares donde trabajaba.

Finalmente, en la tarde del viernes 12, la detenida fue llevada ante el juzgado de instrucción correspondiente. Tras prestar declaración, fue liberada, lo que genera inquietud sobre la posibilidad de que repita sus delitos.