
El pasado 15 de septiembre concluyó el período de máxima actividad del Dispositivo de Prevención y Extinción de Incendios en Aragón, revelando un notable balance en cuanto a la gestión de incendios forestales en la región durante los últimos meses. Desde el 1 de junio hasta mediados de septiembre, se registraron 159 incendios, de los cuales 121 fueron conatos, manteniéndose por debajo de la cifra media histórica de 165 incidentes. La superficie afectada fue de tan solo 291 hectáreas, con notablemente pocas áreas devastadas, destacando que únicamente dos de estos incendios alcanzaron las 40 hectáreas.
Un análisis más profundo de las cifras muestra que la superficie quemada esta temporada es un 91% inferior a la media histórica de los últimos 20 años. Sin embargo, el número de siniestros no muestra una disminución significativa, con solo un 4% menos de incidentes en comparación con años anteriores. Este año, el Gobierno de Aragón, a través de su consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, ha reconocido la eficacia del trabajo preventivo realizado y ha calificado el año como "excelente".
El consejero Blasco subrayó que la campaña de prevención de incendios forestales es un esfuerzo continuo, activo durante todo el año. A pesar de los buenos resultados, advierte sobre la persistencia del riesgo en sus alrededores, dado el calor extremo, instando a mantener las medidas de prevención. Agradeció la colaboración de la comunidad rural, recalificando la importante alerta roja en el puente de agosto como un paso esencial para contener cualquier posible incendio durante un periodo especialmente crítico.
Además, Blasco atribuyó los logros del presente año a la labor preventiva del Gobierno y el excelente trabajo de las cuadrillas de Sarga, que actuaron en apoyo a otras comunidades, como Castilla y León y la Comunitat Valenciana. Sin embargo, advirtió que la alerta todavía se mantiene, aunque en un nivel menos extremo, y que la región cuenta con una preparación superior en comparación con otras autonomías españolas.
La estrategia del Gobierno para combatir estos incendios se sostiene en la formación continua de las brigadas y la colaboración con otros organismos, además de asegurar la disponibilidad de recursos todo el año. Blasco anunció que se prevé un incremento presupuestario destinado a reforzar las capacidades de combate de incendios para el año 2026, junto con planes de apoyo a pequeños municipios de áreas de alto riesgo que necesiten elaborar o mejorar sus planes de autoprotección.
El análisis de las condiciones climatológicas también ha sido parte del informe, donde María Isabel Ureta, jefa de servicio de Gestión de los Incendios Forestales y Coordinación, destacó que este verano fue uno de los más cálidos desde 1961, aunque con un periodo de lluvias que determinó en gran medida la reducción del riesgo. Resaltó que la detección temprana y la adecuada coordinación de recursos fueron cruciales en la contención de los incendios.
Los incendios más notorios incluyeron múltiples eventos en Tolva, Berge y Daroca, entre otros, donde la complejidad del terreno presentó serios desafíos para los equipos de extinción. Un específico que merece mención es el incendio de Foradada del Toscar, donde la difícil acceso obligó al uso de helicópteros para desplazar a las brigadas a una altura de más de 2.000 metros.
Las estadísticas indican que los rayos fueron responsables del 40% de los incendios, especialmente en la provincia de Teruel. Sin embargo, también se reportan un alto porcentaje de incidentes provocados por negligencias humanas; en este contexto, más de la mitad de los incendios analizados tienen una causa atribuible al ser humano. Este dato resalta la necesidad de intensificar las campañas de concienciación y prevención sobre el manejo de riesgos en actividades rurales.
Finalmente, Ana Oliván reflexionó sobre la tendencia de los megaincendios, subrayando que los fenómenos actuales presentan mayor frecuencia e intensidad, y es vital estar equipados con estrategias claras y efectivas para enfrentar estos retos. La necesidad de adaptarse y planificar, tomando en cuenta las cambiantes condiciones climáticas, es fundamental para minimizar el impacto de futuros incendios forestales en la región.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.