
En una etapa de transformación para Izquierda Unida Aragón, Álvaro Sanz ha decidido no presentarse en las próximas elecciones internas que se llevarán a cabo el 29 de noviembre. Tras casi una década liderando la organización, Sanz enfatiza que su elección es parte de un proceso deliberado para abrir espacio a nuevas voces y perspectivas en un contexto donde se demanda "renovación, unidad y apertura".
La revelación se realizó durante la inauguración de la nueva sede de Izquierda Unida en Zaragoza, ubicada en el emblemático número 172 de la calle Coso. Este nuevo centro está diseñado como un punto de encuentro para las distintas luchas sociales, a la vez que se posiciona como un baluarte antifascista ante el creciente ascenso de las fuerzas de derecha.
Sanz subrayó la importancia del proceso asambleario actual, que será clave para definir la nueva dirección y estrategia política de la organización. Destacó que Izquierda Unida se encuentra en un momento vibrante, más activa y comprometida que nunca, reafirmando su rol como un bastión estable para la izquierda en Aragón, especialmente en tiempos turbulentos.
En sus declaraciones, Sanz recalcó: "No me voy. Seguiré siendo el portavoz parlamentario de nuestra organización para enfrentar y señalar a los fascistas de Aragón, quienes siempre tendrán nuestra resistencia". Esta afirmación refleja su intención de continuar luchando contra lo que considera discursos del odio.
Durante su discurso, también recordó cómo, en los últimos años, Izquierda Unida ha mantenido una postura firme y coherente ante políticas que amenazan con recortar derechos, reafirmando su compromiso de enfrentarse ideológicamente a las derechas desde principios democráticos, de igualdad y justicia social.
El nuevo local, según Sanz, simboliza la apertura y el compromiso con el trabajo colectivo: "Deseamos que nuestras sedes sean espacios dinámicos, accesibles a la sociedad civil, donde se fomente una verdadera comunidad dedicada a la transformación social".
Por último, el diputado de IU en las Cortes expresó su agradecimiento a la militancia y al grupo parlamentario, subrayando que la organización continuará luchando con valentía y determinación. "Aragón necesita una izquierda que esté bien estructurada, coherente y que sepa enfrentar el fascismo", concluyó, poniendo su experiencia y disposición a la nueva dirección como un signo de su compromiso continuo con Izquierda Unida.
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