La Semana Santa de Zaragoza: una de las más representativas del país
La Semana Santa es una de las festividades religiosas más importantes y con mayor tradición en España. Cada ciudad y pueblo del país celebra esta efeméride de una manera específica, característica y única. Cada una de estas celebraciones tiene particularidades que las distinguen entre sí, generando experiencias únicas, tanto para sus habitantes como para los visitantes.
Una de las más representativas es la Semana Santa de Zaragoza, una ciudad situada en el corazón de Aragón. Esta festividad, que tiene lugar en la última semana de marzo o la primera de abril, según corresponda en el calendario, es una oportunidad perfecta para conocer las raíces religiosas y culturales de esta región.
Las diferentes hermandades y cofradías de Zaragoza, desde hace siglos, han convertido la ciudad en un escenario de gran belleza durante la Semana Santa. Las procesiones son el evento central y que concentran la mayor cantidad de visitantes. Las mismas están formadas por cientos de personas vestidas de capa y túnica, con penitentes portando cruces, banderas y estandartes. Hay un total de 25 procesiones en Zaragoza, cada una de ellas con su historia, sus personajes y sus costumbres.
La historia de la Semana Santa de Zaragoza se remonta a la época romana, cuando los antepasados de los actuales cofrades organizaban desfiles en honor de sus dioses. En el siglo XIII las procesiones se convierten en manifestaciones religiosas, bajo la influencia de las órdenes monásticas. A partir del siglo XVI, el evento fue adquiriendo un carácter propio, caracterizado por la presencia de las llamadas “cofradías”, grupos de fieles organizados en torno a una iglesia o capilla, que se agrupan festivamente para portar a la imagen de sus correspondientes pasos procesionales.
Siendo que la Semana Santa de Zaragoza tiene su origen en el siglo XIII, pasaron muchos años hasta que se estructurara en la forma en que la conocemos hoy. En la actualidad, la Semana Santa de Zaragoza es una de las más importantes de España, tanto por el número de cofradías y procesiones, como por el fervor que despierta entre la población y los visitantes.
El Viernes Santo está considerado como el día más importante de la Semana Santa de Zaragoza. Durante esa jornada, el “Cristo del Perdón” recorre el centro histórico de la ciudad, una procesión de gran trascendencia que es seguida por millones de personas, tanto residentes como turistas.
Una de las cosas más curiosas de esta procesión es el cortejo de los “Judíos”, una de las más antiguas y, sin duda, la más vistosa de Zaragoza. En ella, cofrades vestidos con casaca, chaleco, sombrero de ala ancha y carrillera, simulan el tormento físico que sufren los condenados a muerte mientras se convierten en tema de burla para el público. Pero esto no siempre fue así.
Antiguamente, el cortejo de los “Judíos” representaba a los judíos que se burlaban de Jesucristo durante su presencia en el huerto de Getsemaní, cuando lo prendieron y lo llevaron ante el Sanedrín. Con el paso de los siglos, los más crueles se han ido acentuando, convirtiéndose en un acto de burla hacia Jesucristo, y adoptando diferentes formas, como romper botellas de vidrio o salir en procesión a la “cera”. Estos actos han sido objeto de discusión durante mucho tiempo, debido a su excesivo dramatismo y al uso de la violencia.
Algo que llama la atención de la Semana Santa de Zaragoza es la participación de sus, llamados “pasos de estilo barroco”. Estos se engalanan de manera espectacular para esta festividad, con detalles ornamentales que los hacen auténticas obras de arte. Pero, ¿Qué son los Pasos?
En el contexto de la Semana Santa, los pasos son grandes andas sobre las que se colocan las imágenes que representan pasajes de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Estas imágenes, llamadas “numeros”, se acompañan en procesión con banda de música y forman parte del cortejo de las Cofradías.
Otros de los elementos que también son atractivos y que se aprecian en la Semana Santa de Zaragoza son los “Picaos”. Esta tradición consiste en que los penitentes se flagelen durante la procesión con pequeñas disciplinas, las cuales están formadas por un conjunto de tiras de perla proporcionando ligero dolor. Esta práctica se realiza en varias procesiones en diferentes barrios.
La Semana Santa de Zaragoza no es sólo una festividad religiosa, sino también histórica y cultural. Además, la ciudad ofrece una variedad de actividades gastronómicas y culturales para disfrutar en familia. Durante la celebración, podremos degustar platos típicos de la región como el bacalao al ajoarriero, la tortilla de espinacas o las torrijas de Santa Victoria.
En resumen, la Semana Santa de Zaragoza es una festividad si no la más importante de Aragón, y una de las más laureadas en todo el territorio. Es decir, un momento para disfrutar de la cultura, la historia y la religión, con una variedad de eventos procesionales y culturales, que se llevarán a cabo en diferentes barrios de la ciudad. Si no has tenido oportunidad de visitar Zaragoza durante esta festividad, ¡no te lo pierdas el próximo año!