Crónica Aragón.

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Zaragoza comienza obras para iluminar el Huerva y acabar con su mala fama.

Zaragoza comienza obras para iluminar el Huerva y acabar con su mala fama.

ZARAGOZA, 11 Nov.

El Ayuntamiento de Zaragoza, a través de su sociedad municipal Ecociudad Zaragoza, ha puesto en marcha un ambicioso proyecto para la revitalización del río Huerva y sus riberas. Este esfuerzo busca transformar un área que actualmente presenta signos de degradación en un espacio que ofrezca una mejor calidad ambiental y bienestar a los ciudadanos, con una inversión aproximada de 27 millones de euros. La primera fase de este plan implica un desembolso de 8,4 millones de euros y un plazo de ejecución de ocho meses.

Este lunes, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, junto con el consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, se han reunido para supervisar las primeras actuaciones en la zona adyacente al puente del Emperador Augusto, en compañía también del consejero municipal de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano, y de la consejera de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes.

El objetivo de este proyecto es permitir que los ciudadanos disfruten de una nueva zona verde alrededor del río, donde puedan pasear entre jardines y especies autóctonas. A su vez, se busca mejorar la biodiversidad mediante la eliminación de vegetación invasora y el tratamiento de las aguas del río para que sean de mejor calidad.

Las intervenciones se llevarán a cabo a lo largo de 2,1 kilómetros de riberas, que se dividirán en dos tramos. El primer tramo irá desde el Puente Blasco del Cacho hasta la cubierta del río en Gran Vía, una zona que ha sido notablemente afectada por la urbanización. El segundo tramo se extenderá desde el Puente de la calle Miguel Servet hasta la desembocadura del Huerva en el Ebro.

Este ambicioso proyecto implica una inversión total de cerca de 27 millones de euros, de los cuales 8,4 millones están destinados a la primera fase. La financiación proviene en gran parte del Gobierno de Aragón, que aporta 20 millones de euros, junto a una contribución de 3,6 millones de euros de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). Esta última financiación se realiza en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), respaldado por fondos de la Unión Europea-NextGenerationEU. Se espera que la finalización de estas obras tenga lugar en 2027.

La alcaldesa Chueca ha destacado la importancia de este proyecto, afirmando que es uno de los más transformadores de la ciudad en esta legislatura. Subrayó que se trata de un paso decisivo para acabar con el abandono y la suciedad del río Huerva, así como para eliminar la vegetación invasiva y mejorar la calidad del agua.

La obra de recuperación del Huerva se llevará a cabo en dos fases. La primera, que acaba de dar inicio con una inversión de 8,4 millones de euros, se desarrollará en un período de ocho meses, mientras que ya se está trabajando en la planificación de la segunda fase.

Manuel Blasco recordó que, cuando era estudiante, solía ver el Huerva desde lejos y lo consideraba un lugar misterioso e inaccesible. “Una vez culminadas las obras, el Huerva se convertirá en uno más de los jardines de la ciudad, integrándose a futuro con el paseo de Cuarte de Huerva, que también está en proyecto”, comentó.

La alcaldesa agregó que esta fase puede que no sea la más visible, pero es indispensable para lograr que las riberas se conviertan en un espacio que brinde mayor biodiversidad y que sea accesible y seguro para la ciudadanía.

Desde la semana pasada, han comenzado las labores de limpieza y desbroce en los alrededores del cauce, además de la apertura de accesos en diversas localizaciones aledañas. Se han establecido puntos de acopio de materiales en lugares como los antiguos viveros Sopesens, la Plaza Bruno Solano-Manuel Lasala, la plaza inferior del puente del Emperador Augusto, y en dos áreas verdes situadas en el antiguo canódromo y junto al CDM Alberto Maestro.

En las próximas semanas también se procederá a la eliminación de estructuras de hormigón y ladrillo que se encuentran junto al cauce, con el propósito de mejorar la filtración de aguas y propiciar el desarrollo futuro del bosque de ribera. Todo esto contribuirá a ampliar el espacio y a disminuir el riesgo de inundación en las calles cercanas durante crecidas.

Blasco enfatizó que la inversión necesaria para la regeneración del Huerva es, a largo plazo, mucho menor que el gasto que se requiere tras una catástrofe. “Con los problemas meteorológicos, que no se pueden predecir, es un deber de la Administración realizar el trabajo en un enfoque preventivo”, advirtió.

Asimismo, parte del proyecto incluye la gestión de la vegetación, lo que implica la eliminación de ejemplares muertos o dañados, así como el tratamiento de especies invasoras como el ailanto. Esta especie, que se ha convertido en un problema en las riberas del Huerva por su rápido crecimiento, limita el desarrollo de la flora autóctona y afecta a la diversidad aviar en la zona.

Para contrarrestar esta situación, se retirarán la mayoría de los ailantos, aunque se conservarán algunos que sean fundamentales para la estabilidad del terreno y la seguridad de los taludes. A su vez, las especies invasoras como el ailanto y cañas serán reemplazadas por vegetación autóctona menos frondosa, que se adapte mejor al entorno.

En esta fase inicial también se llevarán a cabo obras para mejorar la calidad del agua del Huerva. Natalia Chueca indicó que se está acondicionando la zona de los antiguos viveros Sopesens, donde se construirá un tanque de tormentas anticontaminación. Este tanques se utilizará para almacenar aguas residuales que, al mezclarse con el agua de lluvia durante tormentas, serán gestionadas posteriormente a través de la red de depuración. En la segunda fase del proyecto, este tanque quedará oculto bajo uno de los nuevos espacios a construir.

Además, ha comenzado la renovación de las tuberías de saneamiento para aumentar su capacidad y, en lo posible, separarlas del cauce del río, destacando una gran tubería que discurre junto al Puente del Emperador Augusto. Se sustituirán también las tuberías ubicadas entre las calles Marina Española y La Luz, en la zona del Parque Bruil y en la área verde paralela a Camino las Torres, donde la tubería se encuentra a casi 9 metros de profundidad.

Las obras implicarán, además, la modernización de la red de abastecimiento de agua potable y la eliminación de tuberías de fibrocemento y fundición gris en diferentes áreas, como las calles Marina Española, Arzobispo Morcillo, Gascón de Gotor, Viva España, Carrera del Sábado y Manuel Lasala.

Uno de los principales propósitos de este proyecto es mejorar la conexión entre la ciudad y el río, para lo cual, en los próximos meses, se comenzarán a delinear nuevas sendas peatonales que facilitarán el acceso al cauce en ciertos tramos. Aunque el terreno irregular y los taludes del río dificultarán un recorrido continuo a lo largo de toda la ribera, las nuevas sendas ofrecerán un recorrido más fluido.

Las tres sendas proyectadas serán inundables, al igual que las del río Ebro, y contarán con pavimentos permeables que favorecerán la filtración y el aprovechamiento del agua. Además, su trazado se adaptará a los desniveles del cauce para integrarlas en el paisaje, minimizando así la necesidad de movimientos de tierra.

Dos de estas sendas se ubicarán en la margen izquierda. La primera se extenderá paralela a la calle Manuel Lasala hasta llegar al puente del Emperador Augusto, mientras que la segunda se incorporará desde el puente de la Avenida Goya hasta Gran Vía. Por su parte, la tercera senda quedará situada en la margen derecha, en la franja entre las calles Río Huerva y La Luz.