Crónica Aragón.

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Villafranca de Ebro rinde homenaje con un minuto de silencio en su Ayuntamiento.

Villafranca de Ebro rinde homenaje con un minuto de silencio en su Ayuntamiento.

En Villafranca de Ebro, se llevó a cabo una conmovedora concentración el pasado viernes, donde varios vecinos y autoridades, incluyendo a la consejera de Bienestar Social y Familia del Gobierno de Aragón, Carmen Susín, y la alcaldesa de la localidad, Volga Ramírez, se reunieron ante la Casa Consistorial. El acto sirvió para expresar sus más sinceras condolencias tras el trágico fallecimiento de diez residentes en la residencia psicogeriátrica 'Jardines de Villafranca', a raíz de un incendio cuyas causas se encuentran en proceso de investigación.

El siniestro se desató alrededor de las 5:00 horas de la mañana, provocando el fuego en una de las habitaciones del centro. Diez de los 69 residentes que se encontraban allí perdieron la vida debido a la inhalación de humo. La respuesta fue rápida; las dos trabajadoras del turno nocturno actuaron con valentía, evacuando a los supervivientes e informando inmediatamente del incidente al servicio de emergencias SOS 112 Aragón.

Los bomberos de Zaragoza llegaron al lugar del incidente, siendo los primeros en sofocar las llamas; esto ocurrió gracias a un convenio establecido con la Diputación Provincial de Zaragoza que permite su intervención en la Comarca Central. Además, la Guardia Civil, la alcaldesa y varios vecinos de Villafranca de Ebro se unieron para ayudar en la evacuación de los residentes y de las trabajadoras del servicio.

El consejero de Hacienda, Interior y Administraciones Públicas del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro, también acudió al lugar con rapidez, al igual que otros servicios de emergencia como Cruz Roja. Entre los presentes se encontraba el presidente del Gobierno, Jorge Azcón; el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán; así como la consejera de Bienestar Social, Carmen Susín, y el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, quienes mostraron su apoyo ante esta trágica situación.

La propietaria del bar La Amistad, situado en la plaza de España de Villafranca, expresó su pena, mencionando que los residentes del centro solían visitarlo de vez en cuando. Daniela comentó que la comunidad local estaba sumida en la tristeza, resaltando que el impacto de esta tragedia ha sido profundamente doloroso y sorpresivo para todos.

Pilar, quien se dedica a la venta de cupones de lotería, compartió su conmoción ante lo sucedido, apuntando que su familia tiene lazos en el sector, con miembros que trabajan en otra residencia cercana, que también tuvo un gran cariño por los residentes, y que sin duda estarán consternados por lo ocurrido, refiriéndose a este evento como una gran desgracia.

Ignacio Laguna, el sacerdote de Villafranca de Ebro, resaltó la cercanía que tiene la comunidad, ya que con aproximadamente 900 habitantes, las relaciones son muy familiares. Mencionó que conocía tanto a los supervivientes como a algunos de los fallecidos, quienes eran parte activa de la vida social y religiosa del pueblo.

El sacerdote continuó explicando que el consuelo puede adoptar diferentes formas, y que para algunas personas se trata de un consuelo tangible, mientras que otros se aferran a la fe, señalando que "a los ojos de Dios no mueres por casualidad". Reconoció que varios de los afectados tenían una vida muy integrada en la comunidad, participando frecuentemente de actividades parroquiales.

Asimismo, añadió que muchas familias llevan consigo la tranquilidad de haber hecho lo posible por el bienestar de sus seres queridos, apuntando que en situaciones así, las palabras son insuficientes. Observó que la residencia acogía a personas de diversas edades y condiciones, desde individuos con buena salud hasta aquellos que requerían atención continua.

La alcaldesa, Volga Ramírez, expresó su gratitud a los vecinos que se unieron para guardar un minuto de silencio en homenaje a las víctimas. Destacó el excelente trabajo realizado por las trabajadoras del centro, quienes, a pesar del caos, lograron lidiar con la situación, refiriéndose a que había más humo que fuego y que el ambiente era irrespirable. Según relató, inmediatamente se dio aviso al 112, y ella junto a su marido se desplegaron para alertar a más personas.

Finalmente, Ramírez relató que el incendio tuvo lugar en una habitación que contaba con una puerta de seguridad, lo cual ayudó a contener las llamas y evitar una mayor propagación. También se movilizaron todas las trabajadoras, incluidas aquellas que se encontraban de descanso, así como los vecinos que acudieron en su ayuda, logrando rescatar a todos los que pudieron, muchos de los cuales presentaban problemas de movilidad.